Intento acercarme un poco más, a su lado hay un sillón; me siento en él e intento rozarle la mano, pero me tiembla tanto... La coloco a su lado y la observo.
- ¿Por qué has tenido que acabar así? ¿¡Por qué!? No lo merecías. Todo es por mi culpa, porque te dije que vinieras, porque me empeñé en ello. Si hubiera ido yo no pasaría esto, estaríamos juntas y podríamos reír como lo hacíamos por skype. -mi voz se va rompiendo cada vez más- ¿Sabes? Han pasado muchas cosas desde que estás aquí... Mi padre tuvo un accidente y murió dejándome con mi única familia, mi tía Merche, la londinense, ¿recuerdas? -pregunto como si fuese hallar una respuesta.
Me atrevo a cogerle la mano y un escalofrío recorre absolutamente todo mi cuerpo, pero necesito continuar hablando.
- Como es verano me paso las horas en casa, sola y culpándome de que tú estés aquí. Me he escapado para venir a verte, tu madre no me coge el móvil pero no importa; estoy aquí contigo como te prometí, ¿lo recuerdas? "Siempre estaré contigo, en lo bueno y en lo malo, si ríes o lloras, me da igual. Siempre permaneceré a tu lado, mi niña."
Noto un pequeño espasmo en su mano, me la aprieta levemente y es el detonante para que estalle en un mar de lágrimas.
- Vas a ponerte bien y vas a recuperarte, porque tenemos que envejecer juntas y contarle a nuestros nietos que por una locura estuvimos a punto de perdernos pero que el amor es más fuerte que cualquier obstáculo. -digo con la voz rota y lágrimas recorriendo mis mejillas- Te amo, Danna.
- ¿Qué haces tú aquí? -escucho la voz de María, la madre de Danna, detrás de mí.
Me giro lentamente. Su cara muestra un gran enfado.
- Sal inmediatamente de esta habitación. ¡Ahora mismo! -me grita.
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Maldito destino.
Teen FictionDicen que los planes adelantados siempre salen mal, aunque puede que haya veces en la que el destino cambie y salgan bien. Anne nacida en Toledo, siempre ha sido una chica con muy buena suerte, aunque su madre la abandonó nada más nacer; encontró al...