CAP 4

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El tiempo no detenía su andar, y con cada paso de las horas, días, semana e incluso meses las cosas mejoraban para algunos pero empeoraba para otros.

Si, ya habían pasado exactamente 18 semanas (4 meses). El Omega aún no despertaba del coma. El personal de salud ya le había tomado cariño y sabían que el solo estaba tomando un descanso porque se alcanzan a imaginar lo mucho que sufrió mientras estuvo en esa prisión, y al saber todo lo que en la vida ha sufrido el chico. La información del menor decía que no tenía familiares y eso les preocupaba un poco por la condición que esté mostraba.

Dos días después el menor dio el primer indicio de querés despertar, al moverse. Y en efecto un par de horas luego abrió lo ojos.

Pov Ian:

—— Hola Ian —— Hablo una voz desde algún lado de este blanco lugar. Primero me acostumbré a la luz y proseguí a buscar el causante del sonido. Un hombre canoso y bata blanca me miraba, tras el dos chica con relucientes sonrisas -Todos betas-. —— Soy el Dr. Stiv Wolf y junto a este grupo de enfermera hemos llevado su caso por los casi 5 meses que lleva inconciente. —— Abrí lo máximo que pude mis ojos y el corazón se me acelero por momento, la impresión fue notable para los otros. No podía creer que había estado tanto tiempo acostado en está cama.

—— Y-yo... —— Tenía tan reseca la garganta que las palabras no me salían. Una de las enfermeras pareció haber leído mi mente y vació agua en un vaso puso un pitillo y lo acercó a mi boca. Después de eso me sentí mucho mejor, hasta ahora me daba cuenta lo mucho que necesitaba este manantial incoloro.

—— Es normal que tuvieras tanta sed —— Espeto la chica luego de reir un poco. Alejo el vaso y continué lo que quería decir.

—— Yo... muchas gracias. —— Me sentía mejor y más relajado, más vivaz. Desde que abrí los ojos y mire el lugar supe que esté no era la cárcel de anta seguridad donde había estado anteriormente, además el olor a alfas es poco. —— Puedo saber ¿que ocurrió? —— Estaba un poco aturdido y no recordaba ¿que? había ocurrido exactamente.

—— Pues. —— Empezó a hablar el hombre de prestando más atención, me doy cuenta es ya de edad avanzada. —— Lo encontraron en uno de los baños colgado. Usted intento suicidarse. -- Llegan fragmentos de ese momento en que rasgaba tela y las anudaba para formar una larga "cuerda" de un grosor adecuado, uno que aguantará mi pedo, en adelante, solo recuerdo hasta el ese momento donde me deje ver en el aire y todo se volvió negro. —— Afortunadamente alguien le encontró y fue atendido a tiempo, le estabilizaron y agradecemos que no murió. Lastimosamente quedó en coma inducido por todo este tiempo. —— Y ¿que más podía hacer aparte de asentir?.

Sentía que algo me hacía falta. No sé, como si algo que estuvo conmigo no hace mucho, se había ído y no estaba presente. Pase mi vista por mi cuerpo tratando de ver dónde se alzaba mayormente mi necesidad. Palpe primero mi estómago (que raramente lo sentía diferente), luego mi pecho (un poco hinchado) y por último inhale un agradable aroma, (era tenue y delicado) que percibí en mi pecho.

—— Pueden llamarme loco. —— Dije, de la nada y las demás palabras salieron por su solas. —— Siento que me hace falta algo; ¿Hay algo más que necesite saber? —— Mi atención volvió a los presentes que se miraron entre si y pasaron a darme su atención.

—— Verás... han pasado muchas cosas por si solas, y también hemos descubierto otras. Al llegar aquí le realizamos ciertos exámenes rutinarios de rigor y encontramos en sus resultados que no es un beta como todos piensan; o pensaban. —— Tenía toda mí atención, no mi asombro pero si mis expresiones de confusión. —— Los resultados afirmaron que eres un Omega. —— Procesando, procesando, procesando. Así estaba mi mente, hasta que entendí,  siendo sinceros, no me tomo por sorpresa pues desde hace tiempo había visto mi cuerpo y aquel conducto vaginal cerca a mis testículos; conducto que solo los omegas poseen, es parte de su identidad. -—— Al parecer usted estuvo consumiendo supresores. Desconozco la forma como lo hizo pero debió haber sido durante mucho tiempo. Esto hizo que su cuerpo bloqueara su verdadera casta y pues el resultado es este.  —— Eso si me llegó por sorpresa porque yo jamás he consumido supresores, no que recuerde.

—— Pues racionalmente no creo haber ingerido aquello que me cuenta. Aunque mi madre diariamente me hacía tomar píldoras que según ella, eran solo vitaminas y suplementos para una descompensación que sufría cada dos meses. Desde que tengo conocimiento recuerdo haberlas digerido, pero al cumplí la mayoría de edad las dejé. Ella me exigió que debía seguir tomándolas pero me negué y no las continúe tomando. —— Termine con ello mi intervención. De la nada se me enciende el foco y llega a mi otra duda. —— Pero... Si deje de consumirlas ¿porque no me presenté? -- Solicite saber.

—— Eso es porque todos estos años tu cuerpo estuvo recuperándose de todos esos contaminantes. Hace unos meses tu organismo expulsó correctamente y logro desvanecer todo rastro tóxico, pero aún así no pudo presentarse su celo, ni como Omega. —— Fruncí el celo ante las palabras de la mujer, no entendía lo que quería decir. Y no fue necesario preguntarlo para obtener una respuesta.

—— Joven —— El Dr. interumpio a la chica y continuo el —— A los omegas embarazados no les llega el celo. —— Y así fue como presencié un escalofrío que me recorrió el cuerpo por completo. Esa respuesta me dejó aturdido por un momento, divagando y sin punto direccionamiento análogo. —— Usted, intento quitarse a vida aún sin ser consciente de que se encontraba en estado de gestación. —— No podía ser. Mi mente viajaba a todos los escenarios en los que esto pudo pasar, todos y cada uno de ellos. ¿En qué momento?.

—— No es momento de bromear, es un absurdo chiste ¿verdad? —— Pregunté aún en mi estado de incredulidad.

—— Lastimosa o afortunadamente no lo es. ——  Inconcientemente lleve mi mano a mi abdomen y no note tanta diferencia a mi abdomen de antes en la cárcel. —— La bebe está bien. —— Anuncio  si de la nada y enfrente a ellos mis lágrimas empezaron a salir. No podía creer que yo tuviera una h... Se me hace difícil pronunciar esa palabra. —— Si gusta podemos mandar que la traigan para que la conozca —— Algo en mi hizo que estallara una bomba de emociones positivas al pensar en esa posibilidad. No terminaba de decir las palabras y mi cabeza se había movido por si sola asintiendo en afirmación.

Una de las enfermeras salió mientras la otra se quedó hablando con el canoso, supongo que haciendo el informe médico.

En otro lugar, se hallaba un alfa preocupado y tratando de hallar fuerzas de los más profundo de su ser para no caer por la necesidad de estar con su pareja; por qué si, lo era. Desde hacía unas horas su alfa estaba tranquilo, apacible y eso solo podía tener como significado una mejoría en el menor, estaba seguro, lo podía sentir. Desde que sacaron al de ojos azules de ese lugar con los párpados cerrados y en esa camilla su lobo no sentía paz, arañaba constantemente y el gruñir era su forma de desahogarse; asi ni dormir le dejaba, tenía que asistir a la enfermería y pedir algo para calmar sus instintos y el alfa interno, algo que dopara al alfa que estaba acabando con sigo.

Ahora estaba tranquilo y eso era lo importante. Aún no conseguían sacarle de ahí, y según palabras de su abogado defensor, no había mucho que hacer para tener como objetivo la libertad. Le decía cada vez que hablaban algo que ya sabía, algo que lo estresaba y le causaba dolores de cabeza, le decia que era demasiado difícil por el delio que había cometido. Aquel delito que le había metido ahí.

Prisión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora