CAP 12

950 89 1
                                    

Después de la cena, cada uno se fue a su habitación, la mía quedaba cerca a la de Ian y también a la de Madison. Había salido del baño y quería darle las buenas noches a mi princesa, pero cuando fui ya estaba dormida igual le dejé un beso en su frente y salí. Caminaba a la mia pero vi por debajo de la puerta la luz encendida en el cuarto del menor y supuse que no se había dormido. Así que... pensé que quizá podíamos tener nuestra conversación el día de hoy.

Me acerque a la puerta y toqué dos veces, no mucho tiempo después la puerta de abrió y me dejó ver a Ian solo con una pantaloneta para dormir.

Me acerque a la puerta y toqué dos veces, no mucho tiempo después la puerta de abrió y me dejó ver a Ian solo con una pantaloneta para dormir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Se puso rojo y cerró la puerta nuevamente. Joder que me excité. Después de siete años sin sexo solo manoseos propios me caliento muy rápido. Y con esa vista: caderas rellenas y cintura pequeña, abdomen un poco ejercitado... Puf mi erección empezó a crecer y no me gustó porque sabía que mi Pelinegro no me ayudaría a bajarla. Cuando volvió a salir traía consigo una polera.

—— ¿Que necesitas? —— pregunto cortante.

—— ¿Podemos hablar? —— Quiero aclarar todo con el, que empecemos de nuevo y formemos algo bonito.

—— ¿Hablar? No hay algo en lo que tú y yo debamos hablar

—— Maldición Ian, yo solo quiero que hablemos y pasemos la página del pasado. Quiero replantearme contigo —— Quiero formar una familia contigo quería decir, pero iría muy rápido, y todo debía ir a su tiempo. —— Porfavor, nuestros problemas no deben afectar a nuestra hija, ella entiende las cosas es demasiado inteligente para saber que no nos llevamos tan bien como... Cómo, no se... los padres de alguno de sus amigos.

—— Entra —— Abrió la puerta y se puso a un lado para permitirme el paso. Caminando lento para no forzar a mis músculos y que se vuelva a abrir la herida entre. Toda la habitación estaba perfumada con su aroma y desde ya me gustó este lugar. Mi alfa gimotea de regocijo. —— Empieza —— Quería preguntarle que de dónde había sacado ese genio pero no quería que me sacará tan pronto de su habitación cuando me siento tan cómodo en ella.

—— Quiero que empecemos de nuevo y formemos una buena comunicación, que nos llevemos bien para que podamos avanzar y formar algo —— Me acerque a él, pero retrocedió y tropezó con la cama cayendo en ella. Me acerque más a él y le acaricie la mejilla. —— Se que pensaras que voy rápido; pero me gustaría que fuéramos una familia tu, Madison, mis padres y yo.

—— Me da miedo aceptarte —— Se sinceró, posicionando su manos sobre la mía que aún permanece en sus mejillas. —— Tengo miedo de entregar el corazón y que me lo devuelvan en pedazos. Sabes, agradezco que hayas aparecido en mi camino y haberme tropezado mientras estábamos en prisión, porque si no fuera por ti me hubiera quitado la vida antes de ese intento que me hizo permanecer casi cinco meses en coma -- Me acerque y me senté a lado de él.

—— No me digas eso. Imaginar una vida sin ti me enloquece —— Nos mirábamos a los ojos mientras nos sincerabamos.

—— pero es verdad Jeff. Mientras estaba en prisión tu eras mi boleto de vida, pero cuando desperté de cuidados intensivos llegó la verdadera razón de mi existir. —— Bajo un momento la mirada y sonrío imagíno que con los recordando —— Soy bueno en lo que hago, siempre lo he sido, pero mi hija me hizo pensar que lo bueno no era suficiente y replantee todo eso hasta querer buscar la "perfección". Me recupere por ella, trabaje horas extras para pagar la universidad porque no quería dejarle todos mis gastos y los de Madison al señor Stiv. Yo estudie por ella. Todo lo hago por ella, y aprendí a no importarme tanto yo mismo sino que la pongo primero, segundo ella y tercero ella. —— Sirvió su nariz y una lágrima escapó de sus azulados ojos, rápidamente la seco pero otra y otra empezaron a salir —— No quiero que ella pase por lo que yo. No quiero siquiera que vida un 1% de las cosas malas que me pasaron, por eso he tomado como ejemplo todo lo que me ha pasado y aprendí a endurecer mi corazón para no dejar entrar a nadie en el.

—— Hey bebe —— le llame, levantando si rostro para que se concentrará en mis palabras —— Me tienes a mi para ayudarte con Madison, solo con hoy he visto como te vives y desvives por ella; y es por eso que quiero tomar parte de esa carga para que te abras camino y confíes en mí. —— Acerque mi rostro y pegue mi frente a la suya. —— Quiero que tú seas mi Omega, quiero tenerte a mi lado, para mí. Solo para mí.

Besé sus labios y me correspondió, mi cuerpo le necesita tanto. Tanto que prácticamente se sentía desfallecer a medida que el beso se intensificaba. Adentre mi lengua en su boca y empezó nuestra batalla. Una mano en mi pecho que sostenía fuerte mi camiseta impulsandome a adentras más el beso y pasar a las caricias.

Ahora la cama estaba blanda bajo mi espalda, el se subió sobre mi regazo (con cuidado de no lastimarme) sin cortar el beso y empezó a moverse sobre mi ya despierta hombría. Gruñó en medio de beso por el gusto.

—— Jeff —— jadeó y yo ya no podía contener más mis ganas de tomarlo y dejarle sin caminar unos cuantos días o semanas. Pero valiendome de el poco de raciocinio que me quedaba le quite la polera y joder que no se de dónde saque tanta razón para no comerlo ahí de una vez.

Cuando ya la camisa no estaba, bajé la pantaloneta de dormir. Metí la mano y sentí el lubricante caer de su entrada. Mi dedo se movió solo entrando en sus estrellas paredes.

—— Duele. —— Se quejo cortando el beso, pero aún podía oler la excitación que provenía de su cuerpo.

—— Relájate, déjame prepararte de lo contrario dolerá más —— Un poco desconfiados asintió y cuando los músculos a rededor de mi dedo se livianaron un poco empecé con la preparación, sacaba y entraba mi deseo corazón. Cuando lo vi necesario adentre el segundo —— Relájate amor —— Volví a tratar de calmarlo, e igual fue cuando introduje en tercero.

Sus paredes me enloquecen un montón y eso que aún no he entrado en el, su cuerpo también, su aroma, Ian en general me tiene la cordura tendiendo de un hilo que es lo único que queda de razón en mi. Cuando estuvo preparado, me ayudó a sacarme la sudadera que tenía puesta, a quitar igualmente la camiseta y por último ponerme en preservativo. En esto último estuvo un poco tímido, y con la cara roja que prendió más. Además me dijo que no quería quedar embarazado (mi mente decía, no por ahora).

Nos fundimos en un beso, el aún sobre mi cadera, el rose de las pieles hacia que mi hombría creciera cada vez más (si es que era posible).

—— Jeff... Ahh porfavor —— Está fue la gota que derramó el vaso, su Omega había tomado el control. Creo que a estas alturas mi herida no importaba tanto, ya no la sentía. Cogí mi pene y lo alinee en su entrada, la que había preparado con anterioridad e hice presión —— Ah —— gimoteo —— por favor se gentil —— ¿Gentil?, fui muy gentil al no ingresar de una sola estocada en su interior pensaba. —— No puedo, —— Dijo con lágrimas en los ojos después de unos momentos, su racionalidad había vuelto. Empecé a repartir besos por toda su mejilla hasta el cuello y Gimió alto cuando hice un intento por morder en la clavícula. Aproveche los descuidos para adentras poco a poco lo que faltaba.

—— Viste que si podías amor —— Susurré en su oreja, y corrí a sus labios de una vez para no permitirle palabra. Cuando movió la cadera fue mi pase directo a mundo de la lujuria y la pasión; —— Ian están tan apretado Bebe. Se siente tan bien estar rodeado por esas estrechas paredes.—— Menos palabras más acción, le penetra suave y profundo en algunos momentos, otros rápido y certero. Estimulaba sus pezones, lamia y mordía su cuerpo. Unas inmensas ganas de marcarlo me entraron pero sabía que no podía hacerlo hasta tener un si de su parte. Un si en algún momento donde no nos estemos dejando llevar por las hormonas. No fueron más de diez minutos los que necesitó para correrse, en mis planes no estaba correrme todavía pero al sentir como su interior se contraía y subcionaba mi hombría de una manera jodidamente placentera que no pude contenerme y explote. Al instante quedamos unidos por el nudo. Cansado el cayo sobre el costado derecho de mi pecho -teniendo en cuenta que la herida está en el lado izquierdo por el abdomen a la altura del ombligo-. Le bese la frente y acaricie. Sentí como poco a poco su respiración se neutralizaba hasta que lo vi dormido. Nos limpie con la polera de él y me acomode en la cama. Aquí dormiremos, como una pareja enamorada ojalá mañana no me trate igual que antes.


































(✷‿✷)(✷‿✷)





Y aquí otra historia lo más de buenauran:

✓  Eres mío, así que silencio.

Prisión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora