Narra Ian:
Salir de la reconfortante estadía en la enfermería fue un reto, porque estaba claro que me desagradaba la idea de volver a los actos de violencia que sufrí. Crear más vulnerabilidad en mi ser, convertirme en un juguete en el que todos pueden usar cuando se les de la gana me asusta; saber que estaré mucho tiempo en ese lugar me aterra y pone mis bellos de punta. Y siento que por mucho mal que la vida tenga para mí, esto no lo merezco.
Ese día salí de la sala de enfermerías, e inicie mi marcha hasta mi compartida celda. Mirando hacia todas las direcciones, y rogando porque nadie estuviera, deseando llegar pronto a mi celda y arroparme por completo, perderme en el mundo ficticio que crean mis pensamientos. Iba más o menos a mida de camino, y por estar un poco metido en mis pensamientos pise a alguien.
—— Mierda, es que no tienes dos malditos ojos para ver por dónde vas. —— Hablo en tono fuerte el hombre frente a mi, unos ojos verde que inmovilizaron mi cuerpo. Y sentí algo raro en mi, justo en ese momento mi ser no sentía miedo al contrario se sentía más seguro que nunca, su aroma contrario a los otros, no me desagrado tanto.
Pov Jeffrey:
Iba caminando por los pasillos de aquel desagradable lugar, muy metido en mi pensamiento porque desde hace algunos días mi alfa esta raro. Hace días sentí una inmensa preocupación y no llegó a la conclusión del porque será, bueno más o menos me lo imagino pero no quiero creerlo. Aquí dentro soy conocido y respetado por todos los presos incluso guardias. Bueno, el hecho es que iba caminando por el pasillo y no falta el idiota que tropieza conmigo, justo ahora que mis ganas de arrancarle la cabeza a alguien está en su tope, justo ahora cuando mi alfa esta raro y más gruñón que nunca.
Le hable fuerte, y le llame la atención, pero el chico (me pareció raro ver a alguien tan joven aquí) después de mirarme a los ojos quedó pasmado y en estado de pausa. No pude evitar llevar mi vista al más de sus ojos, azules como la cristalina agua del más, su aroma leve y mezclado con el de productos farmacéuticos era apenas notable, pero ahí estaba y me gustó. Mi preocupación desapareció, mi lobo aullaba e insistentemente movía su cola.
Pov Narrador:
—— Perdón, no fue intencional —— Se disculpe el de ojos azules apenas pudo volver a sus cabales, quitando por completo su mirada de los temerosos pero a la vez hermosos ojos del mayor. Empeso a caminar de nuevo bajo la atenta mirada del hombre, llevaba varios pasos cuando sintio que le agarraban delicadamente el brazo y le daban la vuelta hasta quedar frente al mismo hombre de ojos verde.
—— ¿Quien eres tu?, ¿Eres nuevo?... No te había visto por aqui, digo aquí conozco a todos y a ti no te había observado antes. —— El mayor no quería dejarlo ir, le estrañaba ese nuevo sentimiento, le parecía raro que de la nada se sentía tan reconfortante y audaz, con ganas de explorar el mundo, con ganas de no apartarse del menor. El "beta" solo asintió nerviosamente mirando en otra dirección.
—— S-si apenas llegué hace unos días —— Dijo sin tan solo levanar la mirada. —— Perdoneme por haberle pisoteado, no fue mi intencion estaba desconcentrado y no me di cuenta de su presencia. —— Volvio a decir, el mayor lo escucho en todo ese momento, pero no le quito los ojos de arriba.
—— No tienes que disculparte mas, tambien fue culpa mia por no prestar atencion a mis pasos. —— El menor asintio, y permaneció estarte en su lugar. El mayor al notar la timidez del chico le solto el brazo y se despidido; Ian hacienmdo una reverecia y asintiendo se marcha del lugar, se fueron por pasillos diferentes, pero un mismo pensamiento. A los dos les habia agradado hablar con el otro, se sentian mas conformes y vivaces, menos agoviados y con mas energía. sin duda querian encontrarse una vez mas. Pero el destino aveces es tan cruel con las personas, y lo que ellos no se dieron cuenta fue que alguien desde lejos les estaba mirando y no le agradaba para nada esa cercania entre los dos hombres.

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Prisión
FantascienzaCómo será la vida de un Omega al que todos consideran beta, pues no posee olor ni se ha presentado con la edad que ya posee; en la cárcel de betas y alfas. Un delito que el ni siquiera cometió.