Prisión

FINAL

Pov Narrador

"El tiempo lo cura todo. El tiempo corrige todo. El tiempo es la solución a cada problema, creo. Muchas cosas pueden pasar con el tiempo. Todo lo que tiene que estar allí es la intención". (Mehcad Brooks).

En ocaciones el tiempo no es suficiente para curar las heridas, las heridas quedan siempre, con el tiempo la mente para proteger su cordura las cubre con cicatrices y el dolor se atenúa, pero nunca desaparecen, pero Ian no se rindió y con el tiempo trato de volver a ser quien era.

Fueron exactamente un mes en el que estuvo recibiendo tratamiento psicológico porque no permitía sino el acercamiento a su hija, fue un poco difícil al comienzo pero con la motivación que a diario le daba Madison y muchos otros que aunque el no les permitiera cercanía sabía que quería se recuperación. Dos días después de la charla con la psicóloga amiga del beta, fue dado de alta y todo ese tiempo ha estado durmiendo en la habitación de la pequeña, en las noches se aferra a ella como si alguien quisiera quitársela y tuviera que protegerla para que no sucediera.

Es viernes y el Omega está en el jardín viendo las flores y demas plantas verdosas que le recuerdan a varios pares de ojos, está solo tratando de respirar aire fresco. A sus espaldas en la entrada al jardín está el alfa, mirandole desde su posición. En todo ese tiempo no han hablado, ni siquiera se han dirijido la palabra para decir un simple "hola" simplemente se ignoran; el menor cuando está cerca de el no siente el miedo que le recorría el alma como en un principio, ahora solo trata de entender la razón por la cual el alfa hizo eso aquella noche. Jeffrey en cambio no quiere dañar al Omega, quiere darle tiempo para que mejore y poder pedirle perdón, pero siente que ha pasado una eternidad lejos de el.

Jeff se acercó y sabía que el menor le miraba pero al no escuchar queja se sentó al otro extremo de la banca.

-- Hola -- Hablo pero se le fue la voz y carraspeo tratando de hallarla -- Yo... -- Suspiro y miro hacia los árboles -- Yo... Yo lo siento. Yo no quería. Juro que no lo hice a propósito, solo me deje llevar por, por no se... Celos -- Se hecho para atrás el pelo que le cubría su campo se vision, y volvió a suspirar -- No te exigiré que me perdones, pero si estoy aquí pidiéndote diaculpandome es porque me siento mal, desde aquel día me siento mal con todo esto. -- El Omega prestaba a tención a las palabras del Alfa y antes de reaccionar, de decir algo pensó en el alfa, pensó las palabras que acababa de recibir pero no sabía que decir.

Hubo un silencio incómodo y a la vez bonito porque estaban cerca después de mucho tiempo, aunque estuvieran distantes tanto su parte animal como su parte humana seguía extrañando la presencia del otro.

Después de ese silencio, el menor optó por decir algo.

-- Yo no tengo nada que perdonarte, el tiempo ya hizo de las suyas -- Mensionó mirando de soslayo el rostro del Alfa que estaba espectante y triste -- Aunque mi cuerpo te rechazo y ni conciencia no quiso tenerte muy cerca, mi corazón no pudo olvidar. Y en todo este tiempo el ha sido más fuerte y ha vencido el remordimiento que mi cuerpo tenía hacia ti. Solo toca darle tiempo a la conciencia y al corazón para ver cuál de los dos es más fuerte y y asi dar una conclusión -- Así era, su mente y corazón divididos en argumentos verdaderos, uno luchaba por no sufrir más y el otro luchaba por demostrar que si el pasado era lo que marcará su futuro; no tendrá la vida que Angela para su hija.

-- Ian, yo te amo -- Se sincero, se puso de pie y camino hasta estar frente al Omega, estando ahí se arrodilló y titubeó mientras alzaba la mano y pensaba si era conveniente tomar la de el otro. A medida que la acercaba estaba el interrogante de si el menor la aceptaría o no, pero como le había dicho al parecer el cuerpo si había perdido la guerra contra el corazón. Tomo su mano y se inclino hasta darle un beso -- Yo te amo con todo mi ser, mi corazón. Todo de mi está loco por ti. Desde hace tiempo lo hace. Yo quiero formar una familia contigo, con nuestra hija. Yo de verdad no sé que hacer para que ese deseo que tengo en lo más profundo se haga realidad -- Sollozo, y escucho otro proveniente del menor. Se acercó y con sus dedos trato de enjuagarse las lágrimas ajenas pero estás no paraban y salían como si fuera un oasis -- Shh. No llores. No me gusta verte llorar, no me agrada ver tus hermosos ojos azules inchados por el llanto, o rojos por la misma razón. Me gusta perderme en el mar de tus hermosos ojos y enamorarme cada día de su espléndida sonríes -- Decía. Se estaba sincerando, le estaba contando lo mucho que sentía por el. Y aunque el alfa no sabía eso, esas palabras estaban ayudando al corazón del Omega a tratar de vencer a su mente. El Omega lentamente, levantó la mano y también las puso en la mejilla del Alfa limpiando las traviesas lágrimas que mojaban sus mejillas.