CAPÍTULO 3. Mejor dolor físico que mental.

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VICTORIA

-¿De cuál mantequilla llevamos?  - pregunté sosteniendo dos bloques de diferentes marcas.

-La más barata, es uno de mis tips, o para tí, Sunshine Tips.

Apenas había llegado a la empresa, cuando voy escuchando el claxon de un automóvil y un grito suyo diciendo '¡Noona!', de no ser porque reconocí su voz no habría volteado, me pidió que subiera para que lo acompañase a hacer unas compras rápidas, así que aquí andamos.

-¿No te interesa ni un poquito saber cuál es el contenido de cada una? ¿Como las grasas saturadas o calorías?

-Nee - le restó importancia dejando un sobre de azúcar morena en el carrito - todas funcionan para lo mismo, así que no hay de qué preocuparse.

Ya no le dije nada más, simplemente seguí buscando las cosas de la lista que me dio.

-¿Te gusta venir al supermercado? - preguntó.

-¿Por qué lo dices? - yo estaba checando los precios de unas charolas de metal, podría preparar brownies en ellas.

-Porque no te has quejado en ningún momento, por lo general yo vengo solo porque a los chicos les estresa un poco elegir comida o cualquier cosa entre las diferentes marcas y precios.

-Bueno, en primera - levanté un dedo - esto es parte de mi trabajo, no puedo estarme quejando, y segundo - levanté otro - sí, me gusta salir al supermercado, lo hacía muy seguido con mi madre.

-¿Por qué ya no? - mierda, mierda, mierda.

-Está de viaje de negocios con mi padre en México, no sé cuándo volverán, se fueron hace un mes  - usaré la misma excusa que con Han.

-Lo imaginé - ¿eh?

-¿Cómo que lo imaginaste?

-Te traeré conmigo cada vez que salga de compras - evadió mi pregunta - ¿te parece bien?

-Claro, debo ganarme el sueldo ¿no? - intenté bromear, aún me confundía su respuesta.

-Sí, pero prefiero que hagamos esto como amigos ¿sí? 

Han dice lo mismo para acercarse a mí ¿por qué tanto interés en ser mis amigos? No es que me moleste, sólo me extraña mucho.

-¿Por qué como amigos? - lo miré atenta.

-No tengo idea - respondió despreocupado - si bien admito que me llama mucho la atención que seas latina, algo me dice que tú y yo podríamos llevarnos muy bien.

-¿Cómo sabes que soy latina?

-Jisung nos lo comentó ayer durante la cena.

-Wow, wow, wow - me detuve de golpe en medio del pasillo, yo era la que llevaba el carrito - ¿estuvieron hablando de mí? 

-¿Qué tiene?

-¿De malo? Nada, pero ¿qué fue de lo que hablaron exactamente?

-Nada malo, Jisung sólo nos habló de tu situación actual, lo del viaje de negocios de tus padres y lo sucedido en la cafetería en que trabajabas, sí que has pasado por mucho, no es fácil estar sola en el país. 

-Ni lo menciones - si seguíamos hablando del tema, volvería a llorar y no iba a hacerlo estando en público - estoy bien.

FELIX

Se quedó callada hasta que estuvimos en la caja, simplemente se dedicó a poner todo en la bolsa de tela que llevé mientras que yo pagaba, no pude evitar sentirme mal por ella, debe ser duro tener que aprender a valerse por sí misma de un momento a otro. Sin embargo ¿por qué habría pedido a sus padres que le dejaran valerse por sí misma? tuvo que dejar la universidad para eso, y dudo mucho que prefirieran verla tratando de sobrevivir que sacando una carrera.

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