Papá Seungcheol → Jicheol ♡

"Cumpleaños y sorpresas para todos"

-En silencio- susurró Jihoo llevando en sus manos un pastel cubierto en crema con cerezas.

Sunhee asintió y ambos entraron en la habitación donde Seungcheol  dormía plácidamente.

Sunhee corrio los metros que los separaban y saltó en la cama despertando al rubio.

-Feliz Cumpleaños Cheolie-

Seungcheol aún con sus ojos adormilado correspondió al abrazo de Sunhee. Parecía no querer soltarlo a pesar de que no iría a ninguna parte.

-Feliz Cumpleaños- Jihoon se acercó con el pastel y sus velas encendidas -Pide un deseo- lo ánimo con una sonrisa.

Seungcheol miró a ambos que esperaban expectantes. Sabia exactamente que desear, lo quería más que nada.

Sunhee se acercó para soplar las velas juntos aplaudiendo emocionada al hacerlo.

-Ahora eres más viejito que ayer Cheolie-

-¿Como que más viejito?- Jihoon soltó una carcajada por las palabras de su hija y la expresión de ofendido del rubio.

-Si, ayer no eras tan viejito, ahora tienes más arrugas- Sunhee sonrio divertida pero Seungcheol le hizo soltar carcajadas al atacarla con cosquillas.

Jihoon tuvo la intención de irse para preparar el desayuno pero de un momento a otro fue arrastrado a la cama donde el mayor siguió con las cosquillas, esta vez, pra ambos.

Y así empezaron la mañana.

Sunhee le entregó su regalo, una caja pequeña la cual era envuelta por papel de regalo brillante y un moño rosa. La menor no se contuvo para decir que era. Dulces con un dibujo, lo que le alcanzo con sus pocos ahorros. Aunque Seungcheol sintió como si fuera la más valioso del mundo al ver el dibujo. Era él con una cámara en su cuello tomando su mano. Un dibujo simple pero lleno de colores y brillantina que si ninguna duda lo pondría en un cuadro.

Jihoon le extendió una bolsa con una sonrisa. Seungcheol lo imitó sin decir nada. Al abrir se encontró un bonito reloj dorado. Ni siquiera sabía que decir. Era precioso que solo lo abrazó. No por qué fuera costoso o por que era hermoso, sino por que era un regalo de Jihoon y ello lo hacía más valioso que lo había pagado.

Sunhee corrio en busca de la cámara del mayor para después colocarla en la mesa y dejar el temporizador. Los tres sonrieron dejando que la cámara capturará el momento.

Por la tarde Seungcheol recibió llamados de sus amigos y familiares. Estaba teniendo un día precioso, el sol brillando sin ninguna nube. Sunhee había tenido la idea de almorzar afuera por lo que Jihoon preparo una canasta y viajaron en auto hasta un parque.

Sunhee llevo una pelota naranja y empezó a jugar con Seungcheol que lejos de aburrirse, parecía un niño más a los ojos de Jihoon que sacaba los recipientes con el almuerzo. Corría tras Sunhee cuando se alejaba o la cargaba al quitarle la pelota.

El almuerzo se transformó en un picnic entre tres.

Por la noche Vernon lo invito a almorzar pero se encontró con la sorpresa que estaban todos allí. Joshua había hablado con el amigo dueño del restaurante el cual lo cerró solo unas horas para festejar.

-Asi que no solo sirvió para tu cita con Jeonghan- río Seungcheol viendo al castaño.

-No, Mingyu me dijo para celebrar aquí tu cumpleaños y acepté-

-Además, donde hay pastel gratis, yo ayudo- Mingyu subió sus hombros riendo.

Los padres de Jihoon se acercaron para felicitarlo recibiendo una bolsa de regalo de parte del señor Lee.

-Muchas gracias, pero no era necesario- sonrio nervioso al recibir el obsequio.

-Calla, es un regalo y debes aceptar-

-Aunque el mío es mucho mejor- la señora Lee sonrio divertida -Solo espera-

Seungcheol subió sus hombros sin darle mayor importancia. Aunque recibir obsequios no era lo suyo. Se sentía nervioso, no sabía que hacer o decir más que "gracias".

A las horas llegó Jeonghan con pastel mucho más grande que el de la mañana con un pequeño muñeco que sostenía una cámara. Un detalle que lo hizo reír pero enternecer a la vez.

Nuevamente soplo las velas pidiendo el mismo deseo para luego compartir el pastel y recibir crema en sus mejillas de parte de Jihoon, Chan y Seungkwan.

Vernon pidió que subieran la música y al instante Sunhee tomó de la mano a su papá para que bailaran. Jeonghan invito a Joshua mientras Mingyu hablaba con Seungkwan y Vernon. Chan simplemente tomó las manos de su novio invitándolo a bailar  sin aceptar un no por respuesta.

Seungcheol solo se sentó. Sus pies dolían pero se olvidó de ello al ver al frente. Sunhee bailaba junto a Jihoon que la hacía dar vueltas para después cargarla.

No podía dejar de mirarlos. Era casi como adictivo estar con ellos. Alegraban su vida con solo verlos. Sus risas y pucheros eran idénticos, la forma en mirarlo haciendo que no pueda más que sonreír por su solo existir.

Estaba enamorado de Jihoon, pero su conexión  con Sunhee era diferente. La tenía en su mente casi la mayoría del tiempo pensando si había comido y había jugado con sus amigos. Si pediría ayuda en sus deberes o volvería a regalarle un dibujo.

Jihoon y Sunhee se habían transformado en su pensamiento más recurrente, pero también, el más hermoso.

-Crecen rapido- la voz del señor Lee lo hizo volver de su estúpida sonrisa. Solo asintió volviendo a ver como jugaban en la falsa pista de baile -Recuerdo que cuando Jihoon era pequeño lo cuidaba mucho, Chan era la adoración de su madre, pero Jihoon era como mi pollito-

Seungcheol rio por ello haciendo reír también al mayor. Recordaba como Jihoon le colocaba gorritos de pollitos a Sunhee cuando era bebé y la hacía ver aún más tierna.

-Cuando crecen piensas que se iran y te dejarán pero luego cuando vez que siguen cometiendo errores vuelves a verlos como pequeños. Talvez no serán como romper un plato o ensuciar el sillón con helado, son errores mayores pero seguirás allí. A pesar que un idiota le de la espalda en un momento tan frágil pero también tan importante, seguirás allí-

Seungcheol giro su cabeza mirando al mayor casi con espanto. No podía saber, no había forma que lo supiera.

El señor Lee sonrio y asintió casi como si pudiera leer su mente.

Seungcheol iba hablar pero las puertas del restaurante se abrieron dirigiendo sus miradas allí.

Un hombre con un traje perfecto llegó de la mano de una mujer vestida con un bonito vestido de flores.

Seungcheol abrió sus ojos ampliamente al reconocerlos.

-Feliz cumpleaños- el hombre se acercó abrazando al rubio que correspondió al instante.

-¿Quien es papi?- pregunto Sunhee en un susurro.

-Es tu abuelo cariño- respondió la madre de Jihoon haciendo que el azabache se volviera dos tonos mas pálido

Seungcheol lo miró asustado rogando a todos los dioses porque su padre no dijera nada.

Pero la suerte no siempre es la mejor en cuestiones de verdades.

-¿Yo abuelo?- preguntó el hombre riendo -Yo nunca tuve una nieta-

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Perdón por los errores
y horrores de
ortografía.