Papá Seungcheol → Jicheol ♡

"Sentimientos nuevos y otros no tan nuevos"

Había soltado sus sentimientos para que pudiera respirar tranquilo, pero ahora se sentía mucho más asfixiado. El corazón estaba a punto de salir de su pecho para poder correr por la sala y abrazar el de Seungcheol.

Se había confesado después de años y no sabía que decir después. No se quería apartar del pecho del mayor porque sabría que tendría sus mejillas rojas como un tomate y las manos temblando.

-Jihoon- Seungcheol trato de apartar al más bajo para poder mirarlo a los ojos pero Jihoon no tenía intención de hacerlo – ¿No puedo mirarte?-

-No, nunca me sentí tan avergonzado en mi vida-

-Creí que ya habíamos pasado la adolescencia- rio Seungcheol pero Jihoon le dio un golpe en el
hombro – ¿Cómo iremos a dormir ahora?-

-Asi y asi dormiremos también-
Rio con su cabeza sin apartarse del menor.
En silencio caminaron a la habitación con cuidado de no caerse. Seungcheol seguía insistiendo en alearse un poco solamente para no tener accidentes
pero Jihoon se negaba.

No quería verlo, o más bien, tenía miedo a la reacción del mayor. Ni
siquiera había pensado al decirle indirectamente que dormirían juntos.

Estaban formando una relación mucho más que rara. No eran novios, pero tampoco eran solo amigos. No lo eran hace mucho tiempo y ambos eran conscientes de ello. Mucho antes del trato para ocultarle la verdad a los padres del azabache.

Jihoon estaba debajo de las mantas cubierto hasta a cabeza, se estaba sofocando pero no quería
mirar al mayor. No quería imaginar que pasaría, que diría o que haría acostado a su lado.

-¿No dormirás?- preguntó al sentir la mirada del mayor sin necesidad de verlo.

-No hasta que vea tus ojitos-

Jihoon no tuvo otra alternativa que quitarse la manta del rostro viendo a Seungcheol. Parecía muy tranquilo, como si hubiera olvidado de su ridícula confesión.

Aunque no era asi.

Seungcheol se sentía como un joven de dieciséis años de nuevo. Su corazón no para de latir rápidamente y sus sentimientos salían a flote. Solo quería abrazarlo fuerte, quedarse a su lado, acariciar su cabello y seguir compartiendo momentos que se volvieran los mejores recuerdos en el futuro.

Quería estar allí, compartir más mañanas y noches asi, mirándose a los ojos, sonriendo sin razón para los demás, pero para ellos, por tenerse el uno a otro. Seguir teniendo tardes y noches de películas donde Sunhee terminaba dormida a la mitad, Jihoon apoyando su cabeza en el hombro
del mayor mientras peinaba los cabellos castaños de su hija.

No podía elegir una vida mejor.

-Somos muy dramáticos- susurro Seungcheol cerca de los labios contrarios.

Jihoon sonrió por ello y se acurruco más contra el cuerpo del rubio –Y ahora estamos en problemas con mis padres-

Seungcheol se apoyó su codo en la mullida cama afirmando su cabeza –¿Les dirás la verdad?-

-Aún no sé qué hacer frente tuyo después de tantos años, tampoco sé que hare con mis padres-

Las semanas continuaron extrañas para Sunhee. Parecía que su deseo de cumpleaños se había cumplido pero no del todo. Las sonrisas entre ambos mayores eran más que evidentes aunque no habían besos o abrazos.

Por las tardes compartían en la plaza donde Jihoon se encargaba de llevar los aperitivos en una canasta con un mantel a cuadros naranja. Otras veces simplemente salían a pasear en bicicleta bajo la sombra de los frondosos árboles de los parques. Seungcheol se quejaba cuando le sobrepasaban en velocidad, pero pronto llegaba a su altura.