El crimen hace estragos en Estados Unidos y las cárceles están llenas. El gobierno decide que una noche al año, durante doce horas, cualquier actividad criminal, incluso el asesinato, será legal. No se puede llamar a la policía, los hospitales no admiten pacientes, los ciudadanos deben arreglárselas solos porque cometer un delito no está castigado. Durante esa noche plagada de peligros, el joven actor Jaeden Martell queda fuera de su casa a merced de los haters y ciudadanos salvajes que buscan calmar sus ansias de violencia.