The Purge: Murder Purgers |Jaeden Martell y Tú|

11• Aléjate de mi novia

22 de marzo|4:27 am

2 horas y 33 minutos para el final de la depuración anual

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Los chicos se habían refugiado en un callejón, se habían deshecho del carro en donde estaban y caminaron para alejarse del lugar, cuando se sintieron seguros se permitieron descansar por turnos hasta decidir cuál era el siguiente plan.

Jaeden no podía descansar, quería al menos cerrar un poco los ojos como lo había hecho Nicholas, pero recordar lo que le había dicho Graham le inquietaba.

— No he muerto, espero que no actúes como si lo hubiera hecho, porque yo sigo dando las órdenes aquí — Se lo dijo cuando bajaron del coche.

Cerro los ojos con fuerza y se levantó para relevar a ___, después de todo no tenía sueño.

— Ve a descansar, yo puedo cubrirte — Le dijo tocándole levemente el hombre.

— Gracias, eres el mejor — ___ le sonrio mirándole a los ojos.

Graham carraspeo detrás de ellos y cuando tuvo su atención le hizo una seña a ___ para que lo siguiera.

— Esperame en la esquina, quiero hablar contigo.

Ella no preguntó nada más y se dispuso a caminar hacia allá, Jaeden desvió la vista de ellos y decidió concentrarse en vigilar, hasta que la ruda voz de Graham le sacó de sus pensamientos.

— Hey idiota, Aléjate de mi novia.

Jaeden pasó su lengua por el interior de su mejilla molesto, pero no le dijo nada.

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— ¿Que te traes con el nuevo? — Preguntó Graham sin rodeos. ___ lo miro sin entender — Se que pensaste que estaba muerto, pero yo estoy aquí ¿Lo sabes no?

— Creo que estas siendo paranoico — Murmuro ella nerviosa, tratando de safarse de la situación, pero él la conocía bastante bien y sabia que estaba mintiendo.

— Quiero que me mires a los ojos y me digas que no paso nada entre ustedes.

___ no pudo hacerlo y Graham sintió que su corazón se rompía en mil pedazos.

— B-bueno, eso no importa, porque pensabas que estaba muerto y necesitabas consuelo ¿no es así? Ahora me tienes aquí y estamos juntos...

Miró a su novia a los ojos, pero ella ya no lo miraba como antes, el trataba de transmitirle su desesperación "dime que no es cierto" decían sus ojos.

— Lo siento Graham — Dijo ella finalmente — me gusta Jaeden.

El rubio tomó aire y se alejó de ella, ___ trato de tocarle, pero este se apartó.

— Fue culpa de ese idiota ¿no es así? — Murmuró por fin, estaba cegado por la ira y el peso de la traición le hacía sentirse estupido — Voy a matarlo.

Graham ignoró los gritos de la chica y volvió al callejón para dirigirse directamente hacia Jaeden, los gritos de ella despertaron a sus amigos quienes vieron como el rubio sacaba una pistola y tomaba al ojiverde de la camisa para tirarlo al suelo.

— Eres un hijo de puta ¿Cómo pudiste quitarme a mi novia? — Graham quitó el seguro de la pistola y le apunto — Deje que entraras a nuestro grupo ¿y así me lo pagas?

— ¡Estas loco! —Le grito Jaeden tratando de levantarse, pero el rubio le lanzó una patada en la cara — Yo no te robe nada.

— ¿Y todavía lo niegas? — Rió sin gracia — De verdad que eres una molestia ¡Voy a matarte!

— ¡Ya basta! — Intervino Nicholas — Amigo, razona, él no tiene la culpa...

— Es verdad — Habló ___, Graham se giró para verla — Supongo que el sentimiento que tengo por Jaeden no llegó después de que creí que estabas muerto, lo supe desde el primer momento que lo vi.

La presión en el arma se intensificó, Graham dejó escapar una lágrima, estaba realmente herido, 2 años de su vida se habían ido a la basura en una estupida noche.

Y, entonces, bajó el arma sin dejar de mirar a Jaeden a los ojos. Recordó sus ideales y se negaba a asesinar a alguien que no fuese un depurador.

— No vale la pena olvidar quien soy, solo para matarte a ti.

El rubio guardó la pistola y se dirigió hacia donde estaban sus provisiones, tomó su mochila y sin mirar atrás comenzó a caminar fuera del callejón.

— ¿A dónde vas? — Quiso saber ella — Graham, no te vayas.

— Voy a matar a mis padres — Confesó deteniéndose — Esta noche no solo tendrían un mártir, secuestraron decenas de ellos para su estupida fiesta.

— Entonces te acompañamos — Dijo Judah levantándose también.

— ¡No! Esto es algo que tengo que hacer solo — Se dio la vuelta para mirarles — Nunca lo hice, porque ellos son realmente poderosos, no haría nada para ponerlos en peligro y había algo que no me dejaba irme, pero ahora no hay nada que me detenga — dió una fugaz mirada a ___ — Ya no tengo nada que perder.

Se acomodó mejor la mochila al hombro y siguió su camino en silencio. Y nadie hizo nada para detenerlo.