Siempre estaré para tí, no importa cómo o donde, siempre que me necesites, de ahora en adelante nadie te podrá dañar. Tú eres mi mundo. Te amo. Te amo, fuiste mi luz cuando creí que ya no podría más, cuando creí que ya nada tenía sentido, gracias por rescatarme de aquel infierno. Somos muy diferentes, pero ya no puedo dar vuelta atrás, mi corazón te escogió a ti, y aunque tengo que tomar una decisión, mi corazón solo te pertenecerá a ti. Si la traición tuviera perdón, el diablo estaría con Dios.