Jacaerys Velaryon muere en la batalla de Gaznate, como estaba previsto en el destino. Las flechas de sus enemigos lo obligan a cerrar sus ojos, sin poder seguir luchando por el reclamo de su madre. Resignado, acepta su muerte, esperando encontrarse con sus amados hermanos y que pase mucho tiempo antes de volver a ver a su madre. Los dioses, sin embargo, tienen otros planes para él. La muerte no llega, en su lugar, otra oportunidad se presenta de ayudar a otra Targaryen a la que se le ha negado su trono. Esta, sin ejército y sin familia, sola y joven, es la única Targaryen con vida en un mundo donde ya los llamados alguna vez Señores Dragón no poseen el poder y el prestigio que solía invocar su apellido. Jace despierta en aquel nuevo mundo que no conoce, pero con una misión a seguir que no descansará hasta verla cumplida: ver a Daenerys Targaryen sentada en el Trono de Hierro, como Reina de los Siete Reinos.