Yo te cuidaré ... //Cinco y Tú//

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🅔🅢🅒🅐🅟🅔

(POV: _____)
El se alejó de mi y se puso un poco más serio, lo que me pareció extraño.

-bien, dejemos el juego linda, Tengo un plan- me dijo.

-Bueno... dime- le dije.

-vamos a ir a la sala de tubos y se que la encargada tiene ya sus sospechas, así que solo hay que comprobarlo y hacer lo que sea para que su plan no funcione- me respondió.

-lo que sea?... a que te refieres cinco?- pregunte un poco asustada.

-se que tal ves no sea fácil pero... si queremos salvar a el mundo tenemos que arriesgarnos, te lo digo por si es que tenemos que llegar a casos donde hasta podríamos.... matar- susurró lo último y yo lo miré asustada.

-enserio?...- pregunte.

-debe asustarte, lo se, pero si queremos salvar a el mundo y a los imbeciles de nuestros hermanos que no sirven para ninguna mierda, hay que hacerlo- me dijo y asentí.

-bien... toma- me dio una navaja que se me hacia parecida.

-es De...- susurre intentado acordarme.

-es De Diego- respondió.

-como le quitaste a Diego su maldita navaja!?- le pregunté mientras la veía.

-Bueno, para empezar a los 12 le pedí a Diego que te enseñara a tener mejor puntería por si es que yo me iba y no podía protegerte mas, digamos que... te deje a cargo- me dijo y yo lo mire un poco enojada.

-que!? Crees que no puedo cuidarme sola, cinco!?- le pregunté enojada.

-no, no, solamente, si es que me iba, quería asegurarme de que estarías bien, cariño- me respondió.

-entonces sabias que nos abandonarías!?- yo estaba muy enojada.

-mierda! No! Solamente sabía que algo podía salir mal! papa siempre me dijo que viajar en el tiempo era peligroso y si es que algún día llegaba a hacerlo quería asegurarme de que no correrías peligro! solo quería cuidarte!- me gritó y se agachó a mi pierna.

-que haces?- le pregunté porque levantó mi vestido.

-te pondré la navaja en el muslo, no sería normal que lleves una en la mano como si nada, en caso de emergencia solo te la sacarás ¿si?- yo asentí, El puso una liga de cuero en mi muslo y adentro puso la navaja, la amarró fuerte y me dolió un poco.

-auch- me queje.

-perdón... no quería lastimarte, dime si te duele de nuevo- volvió a ajustarla un poco pero esta ves no me dolió, cuando logro ponerla vio mi otra pierna y apretó mi muslo con su mano.

-cinco!- le grite y el rio.

-perdón, fue inevitable, amo tus piernas, son tan suaves y me encantaría pasar horas con mi cabeza en tus piernas, me refiero, acostado, solo, durmiendo, no de esa forma...- el se puso un poco incómodo.

-tranquilo, entendí- me reí y el me beso.

-estás lista?- me pregunto.

-lo estoy- afirme -seremos como los jinetes de el Apocalipsis- le dije riendo.

-oh, creo que pusiste mucha atención a la clase que nos hizo el cura que mandó Reginald ¿no?- pregunto riendo.

-me gustaba la parte de los demonios, es más divertido el infierno que el cielo...supongo- dije riendo.

-no lose, te lo confirmare cuando estemos en el infierno, pecadora- Dijo riendo.

Salimos a el pasillo y esperamos a que entrara Dot a darle a gloria su tubo y así saber que trama, vimos como ella entró y rápidamente nos teletransportamos a ahí sin que nos vieran.