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🅛🅐 🅒🅔🅝🅐 🅘🅘

(POV: _____)
Yo seguía sonriendo hasta que escuche a Diego hablar. Sabía que hablaría sobre lo de el presidente y también sabía que no saldría bien.

-oye, sabemos que estás involucrado en un plan para asesinar a el presidente- dijo y yo suspire.

-estuviste en un manicomnio ¿no es así? Aún pareces sufrir de delirios de grandeza y aguda paranoia- le dijo papá.

-¿te parece?- Diego se levantó y le iba a entregar la foto a papá así que yo tambien me levante y puse una mano en su pecho.

-no, Diego, no es momento- le dije.

-no te metas en esto, _____- el puso una mano en mi escote empujándome para atrás y pasando a tocar mis pechos lo que lo incómodo -¡perdóname!- dijo apenando.

Sentir su mano en mis pechos me hizo sentir una rara sensación, como si eso ya hubiera pasado antes. Pero era imposible, yo nunca hice ni haría algo así con el. Pero estuve borracha... no, Diego no me tocaría estando inconsciente ¿que mierda pensaba?

Yo me rendí y me volví a sentar y vi como Diego le dio la foto.

-eres tú, dentro de dos días en la plaza Kennedy, en el lugar exacto donde el presidente recibió un disparo- le dijo.

-Bueno, supongo que lo resolviste, tú sin ayuda descubriste mi nefasto plan- una linda sonrisa salió De Diego -¿Eso es lo que quieres oír? ¿Por que tu misión es hacer el bien? ¿Eres el último hombre bueno que nos salvara de caer en la corrupción y en la conspiración? Ese es fantástico delirio.- la sonrisa De Diego se esfumó -la triste realidad, es que eres un hombre desesperado, trágicamente ignorante de su propia insignificancia, desesperadamente aferrado a un razonamiento ridiculo. Más brevemente, un hombre que necesita ayuda- Diego fui cayendo a su asiento poco a poco mientras que sus ojos se llenaron de lagrimas.

Mis ojos igual estaban empapados. ¿Como alguna vez pude haber llamado a ese viejo de mierda "papá". ¿Como pude haberle hecho tanto daño a Diego con solo palabras? ¿Por que el tiene tanto poder sobre nosotros?

-n-no no es cierto- dijo Diego con dificultad para hablar.

Las lagrimas empezaron a caer sobre sus mejillas. Puse una mano en su muslo como compasión pero agarro mi mano y la empujó. Sentí rabia. Sentía como quería destrozarle la cara a ese maldito hijo de puta que estaba al frente mío por haberle hecho daño a Diego. Mi maldito hermano.

Levante mi brazo dispuesta a hacer que por lo menos un vaso vaya contra su cara pero Diego agarro mi muñeca fuertemente.

-no, Emma. ¡Ya Esta!- Me dijo Diego molesto.

¿Por que todos cuando están molestos me llaman por mi segundo nombre? Es tan... melancólico.

-Bueno, olviden a el presidente. Habrá una guerra catastrófica aquí en cinco días. Hay que averiguar cómo impedirla- dijo Cinco como si le valiera una mierda lo que paso.

-¿guerra? Los hombres siempre estarán en guerra en algún lugar- le dijo Reginald, extrañado.

-no, está no es cualquier guerra, hablo de el día de el juicio final, de el fin de el mundo- le aclaro Cinco.

-Bueno, ustedes son los especiales ¿verdad? ¿Por que no arman un equipo y tratan de hacer algo?- pregunto papá y yo reí en voz baja.

De repente Klaus empezó a moverse extraño con sus brazos para arriba mientras hacía ruidos extraños. Todos lo miraron extrañados y yo preocupada.

-Klaus... ¡Klaus!- lo llame pero el seguía.

-¿le está dando un ataque?- Pregunto Allison.

-seguro una sobredosis- dijo Diego.

-¿y hay que hacer algo?- pregunto Luther.

-Klaus, no es el momento ¿que haces?- le susurró Cinco molesto

-yo-yo soy....-Dijo Klaus.

-¡dilo de una vez!- le gritó Reginald.

-¡Ben!- logro terminar de decir y cayó a el suelo.

Yo corrí hacia a el y me agaché. Agarre su cara y la moví varias veces intentando ver si estaba vivo. El se movió y yo suspire feliz de que estuviera bien.

-¿ese vestido no es muy corto para alguien comprometida como usted, señorita Miller?- la voz de papá me asusto.

-¿perdón?- pregunté extrañada por lo que había hecho.

-que un vestido así llama mucho la atención a pretendientes y no creo que el señor Tom le guste que otro hombres deseen a su mujer. Además, pareciera que usted realmente disfruta de la atención de los hombres ¿no es así?- pregunto y yo fruncí el ceño indignada.

-debes estar jodiendo, hijo de puta...- dije.

-¡también tiene ese horrible vocabulario! Perdóneme pero desde que la vi en una revista por primera vez sentí que usted era una persona moscorrofia, nunca entendí porque todo el mundo la alababa-.

Yo estaba desconcertada por lo que él había dicho pero la voz de Luther me sacó de los pensamientos.

-concuerdo en todo lo que dijo- Luther dijo riendo.

Yo reí con los ojos aguados aguantando la rabia.

-¡no puedo más! ¡Jodanse! ¡Jodanse cada uno de ustedes! Me hicieron mi infancia un asco así que espero se pudran en el infierno!- salí corriendo.

quería irme a el ascensor pero en medio de el pasillo pude ver a un tipo completamente borracho que al mirarme sonrió. Apreté el botón para que el ascensor abra más veces pero nada pasaba. El hombre se empezó a acercar a mi y yo me empecé a desesperar. Intente teletransportarme pero no funcionaba y fue muy tarde ya que el hombre ya había llegado a mi lado.

-mierda... te ves aún más hermosa en persona- el asqueroso hombre dijo mientras me miraba de arriba a abajo y detenidamente en mi escote -dios... no sabes cuanto daría por acostarme contigo y poder escucharte gemir como una perra en mi cama, Miller-.

Sentí nauseas. El hombre se acercó a mi y puso sus manos en mi cintura. Yo rápidamente lo golpeé en su entrepiernas y después salí corriendo a el baño. Entre a el cubiculo que estaba más cerca y sin alcanzar a si quiera cerrar la puerta empecé a vomitar todo el desayuno. Realmente no dure mucho así ya que no había comido mucho y no había mucho que desechar.

Cuando estaba terminando de vomitar sentí unas manos en mi cabello agarrándomelo en una coleta. Cuando termine me large a llorar abrazada de Klaus.

-shhh, tranquila... no estaba lista para verlo, princesa, no lo estabas...-.

Yo te cuidaré ... //Cinco y Tú//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora