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🅒🅞🅡🅡🅐🅝

(POV: _____)
Empezamos a correr tan rápido como pudimos. Las manos me sudaban y el miedo me mataba poco a poco.

-¡ya no saldremos con vida!- dijo Diego.

Cinco se acercó a el corriendo y lo tocó con la mano que tenía desocupada ya que con la otra me llevaba de la mano. Cinco nos teletransporto a los tres a otro lugar un poco más cerca del establo, pero no lo suficiente.

-tengo ganas de vomitar- dijo Diego mareado mientras corría al igual que nosotros.

-yo las tengo todo el maldito día- le dije.

-¡no hay tiempo para vomitar!- se quejo Cinco.

Seguimos corriendo hasta que pudimos ponernos detrás de una rueda de tractor.

-¿y ahora?- pregunto Cinco.

-transpórtanos a la casa, hermano- le dijo Diego.

Cinco aún no soltaba mi mano y al parecer no planeaba hacerlo. Así que puso su otra mano en la rodilla De Diego e intentó teletransportarse pero solamente salió un brillo y no funcionó.

-¿¡que!?- pregunto Diego.

-mierda, no tengo fuerza- dijo Cinco.

-_____, tus poderes son útiles, has algo- me pidió Diego.

-estoy... estoy muy cansada... me duele todo, Diego- dije entre cansados jadeos.

-Cinco, llévala adentro. Corran, yo los cubriré- nos dijo.

Cinco ni si quiera lo pensó o me dio tiempo para pensarlo ya que jalo la mano que tenía entrelazada con la mía y me llevo corriendo adentro. No sabía cómo habíamos esquivado las balas ya que ni si quiera me dio tiempo para mirar detrás. Subimos las escaleras de la casa y Cinco abrió la puerta. Rápidamente el se lanzó conmigo en brazos debajo de la mesa y cubrió mis oídos mientras me abrazaba y podía escuchar sus cálidos "shhh".

mierda, el enserio estaba preocupado.

"Shhh, Ya va a parar, linda... no llores" decían sus susurros llenos de miedo.

Las luces se rompían y se escuchaban los balazos. Mis manos empezaron a temblar y los sollozo no tardaron en salir, los ruidos fuertes realmente me asustaban. Saltaba del miedo una y otra ves. Supongo que desde que papá no gritaba le tengo miedo a los ruidos fuertes.

Vi una fuerte luz azul y supuse que fue Vanya ya que los disparos pararon a los Segundos; ella los había matado.

Pude escuchar mi respiración y la de Cinco de nuevo. Mis manos seguían temblando y estaba muriendo del miedo pero mi instinto me dijo que mirase a Cinco, y eso hice.

Sus lindos ojos se unieron con los míos y mi corazón volvió a latir con normalidad, pude sentir el mismo sentimiento de cuando me enamore de él por primera vez, las mariposas en el estomago, la poesía que me hacía sentir identificada, ese famoso dolor en el pecho, mi corazón latir más rápido, mis manos temblar y me costaba respirar al ver esos ojos de esa forma que los vi aquella forma, de nuevo.

Sentí la misma felicidad que podíamos compartir cuando nos enteramos que tendríamos una familia, sabía que nos habríamos ahorrado demasiados gritos y lagrimas si es que yo no hubiera quedado embarazada, pero al mismo tiempo, si es que no hubiera pasado yo no hubiera aprendido que no necesitas una familia para mostrarle a alguien que lo amas, solo con hacerle sentir millones de cosas con tu mirada, eso basta.

Solté un sollozo y no encontré mejor idea que acurrucarme en su pecho mientras el también lloraba y me hacía cariño.

-perdón por no haber estado ahí, linda. Perdón... nunca me lo perdonaré- me dijo con miedo.

-yo perdón por besar a Tom... no se que paso... perdón, perdón, perdón- le rogué.

-no es tu culpa-.

-tampoco es la tuya- le dije.

No supe que decir, porque lo único que sentía que podía salir de mi garganta era:

-te amo, Cinco-.

-...yo también te amo, _____... siempre lo hice y siempre lo haré-.

Yo te cuidaré ... //Cinco y Tú//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora