#13 Coludidos

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Encontrarse amarrada a una silla en el comedor de su hogar era una de las ideas que nunca pasaría en la cabeza de (t/n), mucho menos que la amordazaran para que permaneciera en silencio, luchando por hablar con cada uno, intentando gritar, eso era lo que intento hacer cuando la atraparon en uno de los callejones; ¿Cómo es que nadie nunca ve nada? Nadie nunca ve nada, porque si alguien hubiera estado allí, entonces, sería una historia muy diferente.

Se encontraría al lado de su hermana, así como de Nancy para brindarles la mayor ayuda posible. Pero, ese no era el caso.

Estaba alarmada por como todo podría finalizar, una muerte, quizá, quería quitarse esa idea de la cabeza. Pero con Wharton merodeando con un arma todo era confuso, ella sabía que se encontraba temblando de pies a cabeza con solo ver el arma, e incluso, si escuchase el sonido de está podría colapsar ante las memorias alarmantes que no se borraban.

—No funciona está cosa.

Wharton se quejó en voz alta con el arma en sus manos, una cosa que (t/n), ni el padre de Nancy, o Flora sabían es que Nancy efectivamente estaba escuchándolo todo desde la distancia a un lado de Helen que miraba todo con preocupación. No tenían que seguir buscando para saber en dónde estaban aquellos que desaparecieron, porque ahí estaban.

—¿Por qué haces esto? — pregunto el padre de Nancy.

—Eres un buen abogado, persuadías a las personas que querían el tren a cambiar de opinión, vamos, hay mucho papeleo que firmar.

En toda esa situación estresante (t/n) realmente se sentía fastidiada en cada instante que veía la hora transcurrir. Luchando por conseguir librarse, incluso si salía herida, no quería quedarse quieta en donde estaba, porque alguien tenía que llegar a hacer algo, esperanzada a que la ayuda pudiese llegar.

Porque a veces no importa que tan mal se vean las cosas; sujetar, aunque sea una pequeña gota de luz era bueno.

Mantener las esperanzas.

—¡Hmph!

Los azulados ojos de Nancy se posaron en la dueña de la voz que se quejaba: (t/n). Susurraría su nombre con preocupación al verla ahí. Mirando alarmadamente como la chica se movía, a diferencia de la mañana su cabello estaba suelto, desordenado, intentando librarse de la mordaza en su boca.

Pero solo termino cayendo a un lado junto a la silla de forma dolorosa, fastidiando más a Wharton con cada segundo en que (t/n) no se mantenía quieta.

—(t/n)...

Susurro Nancy una vez más al ver a la chica luchando: La pista que les dio era cierta, tomando nota de lo veloz que fue (t/n) para reaccionar en esa situación. Dejando una huella de que paso, con suerte Nancy fue capaz de saberlo pronto, como una persona hecha para descubrir cada mensaje en código que la otra chica le daría.

Odiando mirar como Wharton se movió con el arma en su mano, levantando desde la silla a (t/n) con gran brusquedad. Una mirada de odio cargado de mal humor a la chica, posando una mano sobre el cabello (c/c) de (t/n) con gran fiereza, obligándola a mirarlo, atemorizándolo, en sus ojos se veía el miedo de ella.

—Ya deja de luchar — exigió el hombre —, si no te quedas quieta vas a ser la primera en está habitación en morir.

La sentencia vino con el arma que se posó entre ambos ojos de (t/n), claramente tomando un tono de piel mucho más pálido. Atemorizada, temblando desde su sitio, alarmando tanto a Nancy como Helen de lo que ocurría, tenían que actuar prontamente antes de que se arrepintieran.

—¡Es solo una niña! — exclamo Flora con molestia como preocupación.

—Y si no hace lo que decimos sufrirá las consecuencias, ¿entendido?

Is It Just Me? {Nancy Drew & Lectora} FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora