#02 La casa embrujada de Twin Elms

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—Estoy en casa tía Flora.

Anuncio (t/n) tras cerrar la puerta con su mano libre dejando que la otra cargase con la bolsa mientras sentía que su brazo dolía con la carga. A menudo Helen, su hermana, se veía en la misma pregunta: Porque no tomar un taxi. Una pregunta a la cual (t/n) contestaba siempre de la misma forma: "—El viento me hace sentir segura como ver la naturaleza me dice que continuo viva."

Disfrutando de las cosas de una forma diferente sobre todo cuando muchas ocasiones no quería animarse a salir del hogar donde su tía Flora la recibió con los brazos abiertos. A salvo, o al menos eso fue hasta que los numerosos sucesos paranormales comenzaron a ocurrir, (t/n) era exceptiva a ello, pensando mejor en que alguien podría estar jugándoles una broma.

Pero a menudo (t/n) no aseguraba que fuera esto o aquello: No se fiaba de su propia mente, menos tras tomar en cuenta que algunas noches dormir era complicado cuando el fuerte sonido entremezclado al pánico crecía para brindarle insomnio con un mar de lágrimas, despertando a su tía Flora, durmiendo junto a ella como un consuelo a que estaba a salvo.

—Me alegra ver que conseguiste comprar a James.

Sonrió su tía Flora al ver que (t/n) quitaba de la bolsa a la nueva planta que (t/n) llevaba un tiempo deseando comprar. Ahorrando su dinero, como pensando en un nombre adecuado, su gran gusto por darle nombres a las plantas porque de esa forma pensaba en ellas todo el tiempo.

Calmaban el murmullo en su cabeza.

—Tuve mucha suerte — sonrió (t/n) observando a la planta con cariño —, según el dueño había otro comprador interesado en él... tuve suerte de ir a tiempo, o ahora no estaría tan contenta de recibirlo.

—Ve a dejarlo en su nuevo hogar dulce hogar.

—Lo haré.

Asintió tranquilamente (t/n) tras tomarlo entre sus brazos, dejando la bolsa de tela sobre la mesa con Flora sacando los nuevos libros que acomodo en la estantería que se encontraba repleta con los libros de (t/n), algunos que leyó hace muchos años atrás, otros nuevos, algunos desgastados, pero todos ellos tenían el mismo valor especial para (t/n) para que los tomara en sus noches despiertas, con una mente tan salvaje para que pudiera escapar a un mundo donde los problemas triviales de su mente se ahogaran.

Se adentro en su habitación que no poseía una puerta sino más bien una pequeña tela desde arriba de enredaderas falsas. No quería atraer a las arañas, mucho menos al crecimiento de estas, eran plantas hermosas, diseñadas para crecer con libertad, optando por las falsas en su sitio para decorar la falta de una puerta, en una habitación tan iluminada como viva gracias al resto de plantas en su habitación.

Intentaba mantenerse en calma en cada ocasión que salía de su hogar; pero sus manos temblaban a menudo. Intentaba ocultarle al mundo sus peores terrores, escuchando música, e ignorando al resto, solo aquellos que sabían prestar atención con delicadeza podrían averiguarlo.

Las plantas como su tía Flora la ayudaban a sanar mentalmente.

Y una vez que acomodo a James junto a su cama se marchó para bajar en los escalones, dispuesta a sentarse a almorzar junto a su tía. Esperando que los sucesos extraños no ocurrieran o podría espantarse tanto como la primera ocasión en donde se sintió desprotegida.

Algunas tormentas regresaban con fiereza para maldecirla.

—Me parece que te fue bastante bien en las compras.

—Los días de calor me abrigan para caminar en las calles con mejor calma que el mismo invierno, donde... se cumplirá un aniversario desde ello.

Is It Just Me? {Nancy Drew & Lectora} FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora