Distrito Nueve [Sᴛʀᴀʏ Kɪᴅꜱ Vᴇɴᴇᴢᴜᴇʟᴀɴ]

IX

Jeongin no había pegado ojo en toda la noche pensando en los diferentes castigos que su mamá podría aplicarle al enterarse de la estupidez por la que lo habían culpado, estaban a menos de un mes de las vacaciones por Navidad y segurito que le iba a decir que ese año le iba a regalar una escoba y un trapo para que limpiara la casa hasta que comenzara clases de nuevo.

Dios, apiádate de mi alma.

En el camino al liceo trató de no hacer contacto visual con su mamá porque estaban tan paranoico que sentía que en una de esas ella le podía leer la verdad no dicha en sus ojos. Juraíto.

"Jeongin, mira esto, ¿te gusta?"

"Jeongin, mira la foto de Seúl que me mandó tu abuela"

"Jeongin, mira..."

Lo siento, señora mamá de Jeongin, él no escucha por ese lado.

Pa' más remate Hyunjin no iba a ir ese día porque tenía que ir a hacerse unos exámenes y le daba ladilla llegar para la última clase.

¿De qué sirve ir al liceo si no puedes ver a tu crush? No joda, así no sirve.

Al llegar a su destino final... digo, cuando llegó al liceo se bajó del carro como alma en pena, la llorona buscando a sus hijos, el jinete sin cabeza buscando su cabeza, Venezuela buscando estabilidad económica... Eric le preguntó que qué coño e' la madre le pasaba pero Jeongin no dijo nada, andaba era cagaísimo, pillando a ver si veía a la vieja loca para que no lo agarrara por sorpresa.

Entró a la primera clase, castellano, y se sentó en el último pupitre de la última columna como si de esa forma el olor a miedo no le llegara a Petra dondequiera que esté.

La hora de castellano pasó sin la presencia de nadie que quisiera arrastrarlo a la coordinación asi que Jeongin se relajó un poquito, pensando que quizá se le había olvidado la vaina y que se iba a librar del castigo.

Por eso no deben contar los pollitos antes de nacer.

"Jeongin Yang, a la coordinación"

Coño e' la madre.

[...]

Padre nuestro que estás en el cielo

Santificado sea tu nombre

Venga a nosotros tu reino

Hágase tu voluntad...

Denle un vasito con agua y azúcar que al carajito se le bajó la tensión.

"Creo haber sido clara cuando le dije que tenía que traer a su representante"

Y ahí estaba Petra Gonzáles, con su falda hasta los tobillos y ese labial rojo que le manchaba los dientes; mirándolo como quien ve fallar a su peor enemigo.

"Sí, profesora, pero yo le dije...-"

"Señor Yang, yo no quería ponerle una nota en la carpeta, dado que no tiene ningún antecedente de este tipo pero me parece una irresponsabilidad de su parte no acatar lo que se le ordene, aún más teniendo en cuenta que..."

Y por ahí se pegó el coordinador a darle un sermón.

Cállate, vale, que a ti te coge el director.

No es que lo esté juzgando, cada quien hace de su culo un club.

"Profesora, mi mamá no puede faltar al trabajo porque...-"