Y justo cuando el avión estaba a punto de aterrizar en el aeropuerto de Maiquetía, un sonido tan fastidioso como un grillo en la madrugada empezó a taladrarle los oídos.
Pi Pi Pi Pi Pi
Inconscientemente sabía que tenía mucho tiempo sonando, no sabía exactamente cuánto pero parecía una eternidad.
Se enterró más en la almohada buscando la forma de evitar que lo que sea que fuese eso siguiera lastimándole los tímpanos.
“Mardita sea, Jisung” Una voz ronca, adormilada e igual de molesta que lo que había estado sonando, provino del otro lado de la cama. “Si no apagái' esa mierda te juro por La Chinita que lo tiro por la ventana...”
Rodó los ojos al escucharlo, en el fondo había deseado que hubiera desaparecido para cuando despertara, pero el maracucho sigue en su cama y Maduro en la Presidencia. Suspiró, sin más remedio que levantarse a buscar la fuente de ese tormento tan temprano en la mañana.
Cuando lo encontró se dio cuenta de que era su celular, la pantalla brillaba con 7 missed calls from La Pure y tampoco era tan temprano como pensaba 1:36 pm. Puso el celular en silencio importándole menos que tuviera llamadas perdidas, había estado en lo mejor de su sueño y estaba segurísimo de que podía seguirlo si tan sólo se acostara en ese preciso momento y... justo cuando se disponía a seguir durmiendo La Pure volvió a llamar.
“¿Aló…? Bendición” Trató de no sonar tan frustrado y trasnochado como se sentía. Se pasó la mano libre por la cara tratando de terminar de espantarse el sueño.
“Hijo, Dios te bendiga. Vamos saliendo para allá. Terminamos las diligencias más rápido de lo que pensábamos, tu tía Irene preguntó que cuándo vas a visitarla. Te llevamos los chocolates esos que te gustan y también te compramos...”
La mamá de Jisung se había encadenado, emocionada, a contarle todo lo que le compraron en el viaje flash que hicieron, pero él sólo podía oír una cosa en su cabeza:
Vamos saliendo para allá.
Vamos saliendo para allá.
Vamos saliendo para allá.
Vamos saliendo para allá.Un resumen de todo lo que había pasado en el lapso de 10 horas pasó frente a sus ojos.
Que Dios nos agarre confesados.
Jisung sentía que el alma se le iba del cuerpo y empezó a sudar frío mientras seguía escuchando como su mamá parecía tener demasiada cafeína en su sistema porque no colgaba el bendito celular.
¿Por qué no podían haber hecho esos viajes de una semana donde lo hacían sentirse un huérfano?, ¿por qué Dios no lo quería?, ¿por qué no sacó a patadas del cuarto al maracucho?, ¿por qué Yeonjun no le paraba bolas?, ¿por qué le pasaban estas cosas?
“Llegamos como al mediodía, después pedimos delivery para el almuerzo, no tengo ganas de cocinar hoy, ¿qué quieres comer?, ¿quieres arroz chino?”
Lo que quiero es que se devuelvan y regresen en una semana.
“Lo que sea está bien...”
Dios mío, que lleguen a un restaurante y les digan que no los pueden atender porque es día de bañar a las ratas.
“Me imagino que todavía están tus amigos allá, ¿verdad? Diles que se queden a almorzar” Aunque ella no sepa que sus dos amigos se convirtieron en 7, «La Magia de la Amistad» le dicen.
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Distrito Nueve [Sᴛʀᴀʏ Kɪᴅꜱ Vᴇɴᴇᴢᴜᴇʟᴀɴ]
HumorFelix es nuevo en el liceo. Chris no sabe porqué sigue siendo amigo de Jisung y Changbin. Hyunjin es de Cabimas, no de Maracaibo. Minho sólo quiere paz. Seungmin quiere que Hyunjin haga las tareas. Jeongin no quiere que los muchachos se gradúen. Cha...