𝘖𝘕𝘊𝘌 𝘐𝘕 𝘈 𝘉𝘓𝘜𝘌 𝘔𝘖𝘖𝘕. [Jasper Hale].

ii. howdy, cowboy.

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𝘖𝘕𝘊𝘌 𝘐𝘕 𝘈 𝘉𝘓𝘜𝘌 𝘔𝘖𝘖𝘕.
𝓱𝓸𝔀𝓭𝔂, 𝓬𝓸𝔀𝓫𝓸𝔂
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TÍPICO DE LUNA SWAN, recibiendo detención el primer día de regreso a la escuela. Bella desearía poder sorprenderse, pero no lo está. Cuando se trata de su hermana, ya nada la sorprende. Llegó a aceptar que Luna no se parece a ninguna chica común que quiera vivir una vida algo normal. Ella es atrevida. Luchará por lo que quiere. Aunque sabe que va a perder, se asegurará de caer columpiándose y gritando.

El director le dijo que después de la escuela, la detendrán. Entonces, mientras sus clases aún están en curso, ella trata de entretenerse lo más posible. Porque más tarde se aburrirá muchísimo.

Su siguiente clase fue Historia. Necesitó un poco de ayuda de Bella para encontrar la clase antes de que finalmente lo hiciera. Tan pronto como pone un pie en la habitación, ve los ojos de todos sobre ella, una ola de susurros que se escuchan en la habitación. Luna no escaneó el salón lo suficiente como para encontrar a Jasper sentado al final de la clase, observando su reacción. Sabía que, en cualquier momento, les gritaría a los pobres estudiantes. Él estaba en lo correcto.

Luna pone los ojos en blanco y toma aliento, a punto de gritar a todo pulmón para asustar a sus compañeros de clase, pero no pudo hacerlo cuando alguien la tiró del brazo, el toque frío envió escalofríos por su columna.  antes de llevarla al fondo de la clase y sentarla.

Estaba a punto de gritarle a la persona que tuvo el descaro de tocarla cuando sus tormentosos ojos azules se posaron en los dorados de él, sacándole el aire de los pulmones. Estaba tan hipnotizada por sus familiares ojos dorados que tuvo que... no, mentalmente tuvo que abofetearse físicamente para salir de eso.

Para sorpresa de Jasper, Luna se abofetea en la cara. Sus ojos se agrandan y sus cejas se juntan ligeramente mientras mira a la extraña chica.

—Ow. Eso duele— Luna murmuró en voz baja. Se palmea la mejilla enrojecida, tratando de quitarse el escozor que le dejó su propia bofetada. Ahora sabe cómo se sintieron sus víctimas cuando las abofeteó.

—Bueno, entonces no deberías haberte abofeteado— Jasper respondió.

Luna se vuelve lentamente hacia Jasper, quien desafortunadamente (o afortunadamente. Ella realmente no puede decidir) su compañero de asiento.

—No eres mi papá, ¿verdad?— ella preguntó.

—No— respondió.

—Entonces no tienes derecho a decirme qué hacer.

—¿Escuchas siquiera a tu papá?

—No.

—Lo supuse.