Boruto - Lazos destrozados ✔️

41 - Pérdidas y ganancias

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capitulo 41

Continuación del final del capítulo 39 (Sacrificio):

Justo después del asesinato del Raikage en Kumogakure...

Fugaku cayó al suelo en lo profundo del bosque de hojas ocultas. Se agarraba los ojos que sangraban profusamente, sin poder ver ya nada y con el cuerpo retorciéndose de un dolor insoportable. El alto precio que conllevaba el uso excesivo del Mangekyou Sharingan era un tormento lento e insoportable, que muy pocos serían capaces de soportar. Pero Fugaku lo había soportado durante años, y no iba a ceder a ese sufrimiento en sus últimos momentos.

"¡Sasuke!" Llamó a su hijo a pesar de que no era capaz de ver, tosiendo copiosas cantidades de sangre a cada segundo que pasaba.

Sasuke ya estaba presente en el lugar esperando la llegada de su padre como habían acordado antes ambos. Aunque Sasuke conocía muy bien el estado de Fugaku, verlo en ese miserable estado era duro, sobre todo porque sabía lo que iba a venir a continuación.

"Aquí estoy, padre". Contestó.

"Bien. Mi tiempo ha llegado a su fin. Desafortunadamente, no pude acabar con Uzumaki Naruto como estaba planeado. Sin embargo, está herido y como tal tendrás algo de tiempo para improvisar una forma de lidiar con él. Coge mi espada Sasuke y haz lo que haya que hacer". Ordenó Fugaku a su hijo mientras yacía boca abajo en el suelo, con la conciencia apenas pendiendo de un hilo.

Sasuke hizo lo que se le ordenó y desenvainó la espada en la cintura de su padre. Sin embargo, no se atrevía a hacer lo que debía hacer con la espada.

"Ahora Sasuke, por fin ha llegado el momento de que asciendas al trono de los Uchiha. Esa espada que sostienes, la he afilado a lo largo de los años usando la sangre de nuestros enemigos. Ahora debes usarla para extraer la sangre de su propio portador. Mátame... y con ella desatarás un poder tan grande que sólo unos pocos en la historia de los shinobi lo han blandido".

"P-Pero padre..." El corazón de Sasuke latía descontroladamente. Sabía que este momento llegaría algún día, pero aún no estaba preparado. Ningún hijo podría estar preparado para quitarle la vida a sus padres. Por eso Sasuke apenas podía moverse.

"¡No es momento de dudar! He trabajado muy duro para prepararte para este momento. La antorcha debe pasar y tú debes liderar a los Uchiha en el papel que nos han prometido. Ni Itachi ni Shisui son capaces de asumir este papel. Sólo tú puedes hacerlo. Sólo tú tienes la fortaleza mental para aceptar lo que está por venir. ¡Por lo tanto no debes dudar, Sasuke!"

Con las manos temblándole violentamente, Sasuke levantó la espada de su padre y apuntó con su punta hacia el moribundo Uchiha.

"¡Hazlo ahora, antes de que sea demasiado tarde! No voy a durar mucho más". Fugaku tosió un charco de sangre y apenas podía respirar correctamente.

Sin embargo, Sasuke parecía estar en trance. Simplemente no podía bajar la espada.

"¡SASUUUUUUUKKKKKKKEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!" Gritó Fugaku con cada gramo de energía que le quedaba, sacando a su hijo de su estado catatónico.