Boruto - Lazos destrozados ✔️

32 -El hombre enmascarado

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capitulo 32

Al día siguiente en Konoha...

Era viernes por la tarde. Las clases habían terminado por esta semana y Sarada acababa de llegar de nuevo al complejo Uchiha. Hoy en particular estaba increíblemente emocionada al volver, ya que esa misma mañana por fin había dominado una de las técnicas características de su clan tras meses de práctica. Y la suerte quiso que, nada más llegar, viera a la persona con la que esperaba encontrarse: su padre.

Sarada tenía una relación bastante distante con Sasuke, principalmente debido a lo severo y carente de emociones que tendía a ser, pero vio esta como una oportunidad perfecta para impresionar a su padre y obtener su aprobación. Así que corrió hacia él a toda velocidad.

"¡Padre!" Le gritó con entusiasmo.

Sin embargo, a diferencia de ella, Sasuke no compartía ese entusiasmo. De hecho parecía molesto de que lo detuvieran y miró a su hija con desaprobación. "¿Qué quieres? Que sea rápido. Estoy ocupado aquí".

Al ver su respuesta Sarada no pudo evitar sentirse un poco desanimada, pero se negó a que eso la deprimiera por completo. "¡Padre, por fin domino el jutsu de la bola de fuego y me encantaría enseñártelo! ¿Podrías acompañarme un rato?".

La mirada de desaprobación de Sasuke se transformó instantáneamente en una de fastidio. "Creí que te acababa de decir que estoy ocupado y sin embargo me haces estas tontas peticiones. No tengo tiempo para supervisar cada pequeño logro tuyo. La técnica de la bola de fuego es una de las más básicas de nuestro clan. Aprenderla no es nada de lo que alardear. No me molestes por esos logros menores en el futuro. Ahora, tengo que ir a un sitio, así que me marcho".

Sasuke desestimó por completo la petición de su hija y se marchó, haciéndola sentir fatal consigo misma por ser feliz consiguiendo lo que, según su padre, no era nada espectacular para empezar. No importaba lo que hiciera, parecía que la brecha entre ella y su padre se hacía cada vez más grande, y ella simplemente no sabía qué hacer para ganarse su aprobación.

En ese momento, Sarada sintió que alguien le ponía la mano en el hombro y se dio la vuelta para encontrar a su tío Shisui de pie detrás de ella.

"¡Hola Sarada!" Shisui saludó a su sobrina con una sonrisa. "No he podido evitar oír esa conversación cuando pasaba por aquí. ¿De verdad dominas la técnica de la bola de fuego? Es increíble para alguien de tu edad. Creo que ni siquiera yo llegué a dominarla hasta que fui mayor que tú y me dijeron que era bastante buena para mi edad. Tú lo haces aún mejor".

Aunque Sarada se sentía decaída, las palabras de su tío le devolvieron parte de su autoestima y entusiasmo. "¿En serio? ¿De verdad lo crees?"

"¡Por supuesto! Sabes qué, me encantaría poder ver tu técnica de la bola de fuego. ¿Me la enseñas? Quizá hasta pueda darte algunos consejos para mejorarla".

"¡Me encantaría!" respondió Sarada feliz, olvidándose de las duras palabras de su padre.

Así pues, los dos se dirigieron al lago, bastante grande, que había en la parte trasera del complejo, ya que ofrecía una zona abierta ideal para practicar artes ninja.