Boruto - Lazos destrozados ✔️

17 - Los lazos de parentesco

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capitulo 17

Naruto bajó las escaleras hasta la entrada de su mansión para recibir a sus invitados. En cuanto abrió la puerta fue recibido por dos caras demasiado familiares, su padre y su cuñada. "Vaya, ¿ya estáis aquí tan temprano? Creía que tardarías hasta mediodía en llegar".

"A quien madruga Dios le ayuda, o eso dicen". Dijo Hiashi con su sempiterna calma.

"Creo que lo que quiere decir es que no pudo dormir en toda la noche para conocer a la pequeña y se apresuró a venir lo antes posible". Hanabi elaboró la verdad detrás de las motivaciones de su padre, dejándolo un poco en el sitio. "No es que yo pueda decir que soy diferente".

"Ya veo. Entonces, ¿entiendo que los ANBU no causaron ningún problema? Les dije que os dejaran salir de la aldea sin interrogaros por asuntos relacionados con el clan".

"Estuvo bien. Los ANBU no nos molestaron. Además, cuando llegamos aquí fue bastante fácil localizar esta mansión con el Byakugan. Sobresale como un pulgar dolorido en la zona. Aunque tengo que decir que este lugar es bastante asombroso. ¿Quién construiría una mansión así aquí?". preguntó Hanabi mientras admiraba la magnitud de la nueva morada de Naruto.

"Sí, yo también me sorprendí cuando supe de su existencia. Al parecer un tipo muy rico la construyó hace tiempo. Acabó marchándose de la aldea, pero cedió su mansión a los ancianos de la aldea para que la utilizaran como consideraran oportuno en beneficio de su pueblo. Desgraciadamente, nadie en el pueblo era tan rico como para alquilarla, así que se limitaron a mantenerla aunque nadie viviera en ella. Eso fue hasta que llegué yo y alquilé toda la mansión. Desde aquí llegar a Hinata y Boruto es bastante fácil. En realidad funcionó bastante bien si lo digo yo".

La mención de su hija y su nieto despertó el interés de Hiashi, ya que eran la razón misma de su largo viaje hasta aquí. "¿Cuándo llega el pequeño? Me gustaría conocerlo lo antes posible".

Fue casi como para responder a esa misma pregunta que un joven rubio apareció detrás de Naruto. La visión fue como un rayo caído del cielo para los dos Hyuga.

"¿Quiénes son?" Preguntó Boruto con curiosidad a su maestro.

"Es él, ¿verdad? ES ÉL!" Hanabi ni siquiera se molestó en escuchar la respuesta de Naruto antes de abalanzarse como un halcón tras su presa y arrebatar a Boruto del suelo en sus brazos y comenzar a frotar vigorosamente sus mejillas con las de él. "¡Miradle! ¡Es tan KAWAII! ¿Puedo quedármelo? ¿Puedo acurrucarme con él? Lo cuidaré REALMENTE bien, así que por favor, ¡déjamelo! POR FAVOR"

"Sálvame..." Boruto apenas pudo gritar a Naruto mientras era manejado como un peluche por su nuevo captor.

"¡NO ES UNA MASCOTA PARA TI! SUÉLTALO!" Naruto intervino ahora viendo el desesperado estado de su hijo y lo zafó de las férreas garras de Hanabi. Sin embargo, esto no era nada nuevo para Naruto, ya que Hanabi siempre había sido una niña malcriada que haría hasta lo imposible por tener lo que quería desde que él la conocía. También tenía un amor insaciable por todo lo kawaii.