"The Devil's voice is sweet to hear.
-Anonymous."
Capítulo 8
Chad:
Todos me protegían, colocándose alrededor mío. Devi se había transformado drásticamente y eso hacía que no pueda evitar dejar de mirarla. Sus alas ya no eran negras, como las de un exiliado, sino blancas y esponjosas. Su pelo dejó el color rojo a un lado y se transformó en un radiante rubio. Drew y Daniel ya habían extendido sus alas, negras, y miraban a cualquiera que se acercase.
Dora se abrió paso colocándose a mi lado y me apretó el brazo clavando sus uñas en mi piel. Le pasé un brazo por su hombro y algo me lanzó hacia delante.
Dora cayó boca abajo frente a mí. Una flecha estaba clavada en su espalda, de la cual emanaba un río de sangre.
-¡Joder! ¡Pudo ser Chad! –Gritó Devi sacándome de mi ensueño.
Daniel y Drew intercambiaron miradas y asintieron. En menos de un segundo, Devi movió las manos hacia delante, mandando a volar a todos los demonios que se acercaban. Daniel y Drew tomaron el arco y flechas de un demonio muerto y dispararon a diestra y siniestra. Yo me limité a apoyarme a un árbol, detrás de ellos.
La cantidad de ellos parecía disminuir, provocando que lo que quedaba de campistas se agruparan para protegerse entre ellos.
Devi sostuvo una lanza y la hundió en el pecho de uno, dio un giro de 180 grados y se agachó, en el instante en el que una flecha rozó su mejilla. Extendió una mano y mandó a volar al que se la había lanzado. Su mirada se cruzó con la mía un segundo y sonrió levemente, lo cual hizo que algo se sienta bien dentro de mí.
Cerré los ojos y esperé a que todo terminara.
Devi:
La cantidad de cuerpos tendidos era impresionante. A medida que pasaba el tiempo, estos se iban esfumando en polvo negro, del cual sólo quedaba la ropa y armas. La zona donde almorzaban estaba desierta, todos muertos, exceptuando los que lograron escapar.
Un gemido captó mi atención y levanté el arco en esa dirección. Un demonio se arrastraba por los arbustos, escapándose de nuestras pisadas.
Lo tomé del chaleco y lo miré fijamente, apoyando su cuerpo contra un árbol. Tenía los ojos castaños al igual que su pelo, su tez era color canela y tenía algo de barba. Me observó asustado a medida que lo escaneaba.
Drew apareció detrás y colocó una mano en mi hombro. El demonio se estremeció al verlo.
-Oh, ¿lo conoces? –Le pregunté.
-Es idéntico a su padre… -Murmuró.
Sentí como Drew se tensó y lo acerqué a mí con una mano. Bajó su brazo hasta mi cintura, tocando la piel que estaba descubierta.
-¿Dónde está mi padre? –Preguntó molesto. -¿Dónde lo tienen?
El demonio se calló y miró hacia un lado. Con mi otra mano lo agarré de la quijada provocando que me mire.