Capítulo 13

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"Ni tú creías en ángeles, ni yo en demonios. Y míranos, tú surcando mi cielo y yo las puertas de tu infierno.

                                                        -Anónimo."

Capítulo 13

                Sentía la presencia de muchos demonios. No estaban lejos, pero no se movían. Drew había adelantado el paso, colocándose a mi lado mientras nuestras alas rozaban las hojas de los árboles.

                Una cordillera se desplazaba como una serpiente grumosa y gris frente a nosotros, Frederik la señaló y todos nos dirigimos hacia allí. Esa electricidad corría por mi espalda y le di una cálida bienvenida, sabiendo que serían buenas noticias.

                Supe sin necesidad de preguntarle, que Daniel sentía lo mismo. Tenía la vista fija en Frederik, a la espera de cualquier señal. Le dediqué una sonrisa nerviosa cuando nuestra vista chocó; al principio hizo una mueca extraña, pero esta fue seguida por un guiño. Me relajé.

                De repente, esa sensación desapareció. La electricidad corriendo por mi espalda fue reemplazada por un pequeño frío que hizo temblar mi cuerpo. Frederik se fue deteniendo, hasta que quedamos bajo algunas fogatas y asientos de madera. Todo estaba desordenado y había restos de comida por todas partes. Huesos de todos los tamaños y manchas de sangre de animal. Algunas plumas revoloteaban entre el aire, indicando que no estábamos equivocados en lo que sentíamos.

-No tiene sentido. –Gruñó Fred. –Ellos estaban aquí, ¿los sintieron?

                Murmullos de afirmación se esparcieron por todos nosotros.

                Luego, paredes de fuego se alzaron desde el suelo. Intenté volar para escapar de estas, pero las llamas alcanzaron mi espalda, dejando a la vista mi hombro, cuya piel estaba calcinada y sangrando.

                Caí al suelo con el dolor palpitando vivamente.

Drew

                Devi estaba encima de la tierra, con una mano sobre la herida y una mueca de dolor en el rostro. Bajé de inmediato y la zarandeé un poco.

-Cura eso Dev, no te rindas. –Pedí buscando sus ojos que se hallaban perdidos.

-No… no es fuego. Lo que arde es Devilstone. Que nadie se acerque. –Dijo intentando sentarse.

                Los alados gritaron y un sonido tosco resonó por el lugar, vi cómom el cuerpo de Frederik caía. Dev se levantó de golpe y corrió hacia él, ignorando el dolor.

-Tu puedes, ángel… -Susurró Frederik, antes de cerrar los ojos.

                Levanté la vista y pude entender todo. Los exiliados y algunos demonios se miraban entre ellos, nerviosos. El fuego ya nos había encerrado a todos, sin dejar un solo hueco por el cual escapar.

                Las llamas se abrieron dando paso a un gran agujero, y un sonriente Jonah volaba por allí, con la macabra sonrisa pegada al rostro. El fuego parecía no causarle daño alguno.

-¿Creían que sería fácil encontrarnos desprevenidos? –Preguntó jactándose. –Dev, aún tienes oportunidad de…

-¡No! –Gritó ella a mi lado. El cuerpo de Frederik ya se había convertido en polvo el cual se perdía entre el pasto.

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