"There's a little bit of devil in her angel eyes.
-Anonymous."
Capítulo 7
Abrí los ojos de golpe y me levanté de un salto. Miré alrededor algo confundida, encontrándome con árboles y un cuerpo tendido a mi lado. Recordé todo en ese instante y lo sujeté del brazo, moviéndolo levemente. De su boca salió un gruñido.
-No muerde. –Dijo alguien detrás.
Drew estaba apoyado a un árbol, con los brazos cruzados y las alas extendidas. Tenía pequeñas gotas de sudor bajando por su frente y respiraba agitadamente.
-Pix… ¿Cómo hiciste eso? –Pregunté.
-Magia negra. Ocupé todo lo que quedaba… Me debes mucha. –Murmuró.
-¿Quién es él? –Pregunté, evadiendo su mirada.
-Alguien del campamento, al parecer. No tengo idea de cómo llego aquí.
-Me parece haberlo visto antes.
Lo observé una vez más, detenidamente.
-¡Claro! ¡Es uno de los amigos de Luis! –Exclamé.
-¿Luis?
-Larga historia. ¿Qué tendría que ver él con Pix? Cuando llegué, ella lo interrogaba acerca de conocer a alguien…
Drew suspiró y pasó una mano por su rostro.
-Buscan a Chad, ya deben sospechar algo. Chad es amigo de Luis, por ende, de él también.
Mi cabeza me dolió de tantos nombres y moví el pelo que me caía por la nariz. El chico a mis pies comenzó a moverse.
-Devi, te falta…
-Silencio, está despertando. –Lo corté.
-Pero tus…
-¡Basta! Lo vas a asustar. –Volví a callarlo.
Los ojos del chico se abrieron y me incliné. Analizó mi rostro para luego mirar el entorno. Sus ojos se dirigieron a mis hombros y se sobresaltó.
-¿Tú… tú también? No… no sé qué diablos so…son. Pe…pero no tengo na…da que ver. –Tartamudeó nervioso.
Fruncí el ceño, observando a Drew. Que volcó los ojos y señaló mi espalda. Al voltear la cabeza, descubrí mis alas plegadas en su totalidad, con un pequeño agujero traspasándolas. Me reprendí mentalmente y las oculté.
-No te preocupes, no te haré nada. –Aseguré. Le tendí la mano y él la aceptó dudando.
Una cicatriz se extendía por su mejilla y tenía manchas de sangre por todas partes. Arrugué la nariz y resoplé.
-¿Qué son ustedes? –Preguntó sin dejar de mirarnos.
Le dirigí una rápida mirada a Drew y tomé al chico de los hombros. Se tensó ante mi tacto y me obligué a mirarlo fijamente a los ojos. Ingresé a su cabeza y le susurré toda una historia. Sus ojos se vieron perdidos por algunos segundos, asimilando todo.
-¡Ay! –Gimió. –Mi cabeza.
-Te tiraste un gran golpe… -Comenté.
Drew se hizo el desentendido y caminó en dirección al campamento. Encogí los hombros y enganché mi brazo con el del rubio. En su imaginación, él pensaba que nos habíamos escapado del campamento y nos quedamos dormidos. Despertó y se tropezó, haciéndose ese corte en la mejilla.