Capítulo 1
El viento sopló con fuerza en mi rostro y mordí mi labio, soltando un grito mientras caía. Mis manos tocaron las puntas de mis alas y se tiñeron con polvo negro, como si de carbón se tratara. Cuando vi que la distancia de mi cuerpo con la tierra era corta, alcé vuelo. El viento silbó en ese momento y sentí como lágrimas bajaron por mi rostro. Caía hacia una zona donde sólo había árboles, por lo que decidí sostenerme de uno para tomar un descanso.
Mi respiración se agitó en el momento que intenté contener el llanto.
Antes de lograrlo, mis oídos captaron a no muchos metros algunos pasos. Escondí mi cuerpo lo mejor que pude e hice desaparecer las alas antes de que fuera tarde.
Un grupo de humanos caminaban tranquilos por entre los arbustos, algunos silbaban y otros hablaban entre ellos. De inmediato cerré los ojos y copié lo mejor que pude la vestimenta de una de las mujeres y bajé de un salto.
Mi camisa tenía grabadas las palabras “Campamento Boston”.
Los seguí de lejos sin hacer ruido, hasta que finalmente llegamos a una parte del bosque con un claro, ocupado por diversas cabañas y un lago. Muchos más humandos se hallaban por todas partes, riendo y caminando.
Me adentré, fingiendo lo mejor que pude. Llegué hasta una zona en la que parecía ocuparse sólo por fogatas, por las cuales sentí una intensa atracción de inmediato. Mis ojos miraban el fuego con deseo y no entendía el por qué. Decidí levantarme para tocarlo, pero una voz me sacó del ensueño.
-¿Hola? –Preguntó una chica, de mi edad al parecer.
-Ho…hola.
-No te había visto por aquí –sonrió y el color en sus labios brilló –soy Sam, ¿tú?
-Devi.
-Pues Devi, ¿cuál es tu cabaña? –Preguntó con curiosidad.
Mis ojos se desplazaron por todo el lugar, pensando mi respuesta.
-Aún no tengo.
-Oh… -Se sorprendió. -¿No estás registrada?
-No.
-¿Acabas de llegar?
Mi poca paciencia se agotaba a medida de sus preguntas, pero sentí que sería mejor responder, ya que así tendría alguien con quien contar.
-Sí, llegué hace unos minutos y me distraje mirando todo.
-Bueno, acompáñame y te mostraré por dónde te registras.
Seguí sus pasos hasta llegar a una de las cabañas más grandes, donde una mujer de edad escribía en una pequeña computadora.
-Jessie, la nueva quiere inscribirse.
Los ojos de Jessie se clavaron en mí y sonrió.
-¡Claro! Necesito tu nombre y número de teléfono celular. ¿Cancelas con tarjeta de crédito o efectivo?
Mi mirada se posó en Sam y ella me señaló con los ojos las gavetas a mi derecha. A un lado especificaba qué había en cada una y copié cada uno de los objetos haciéndolos aparecer en mi bolsillo.
-Mi nombre es Devi… Brown –leí el certificado y le entregué todo, le di la cantidad de dinero necesaria y ella asintió llenando los datos.
-Devi, bienvenida al campamento Boston. Disfruta tu estadía. –Dijo y sacó una llave de los percheros con el número 73 grabado.
