Diez

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Willy Suppapong regresó a su despacho y se encontró con todos los papeles firmados, entonces sonrió satisfecho y los guardó en la caja fuerte, la cual estaba oculta tras un mueble y una estantería que abrió con un mando a distancia.

Luego de eso, este se sentó en su sillón de nuevo, abrió una pequeña caja de madera tallada que había encima de su mesa y se encendió el puro, ofreciéndole los otros a los muchachos, los cuales se negaron.

..-Bien, vayan y hagan su trabajo, yo los recompensaré gratamente pero fallen y lo lamentarán.... Buenos días y por favor cierren al salir-dijo finalmente muy cortante.

Los cincos músicos se levantaron del sofá y muy asombrados por lo ocurrido, salieron de allí en silencio hasta llegar a la parte de atrás del hotel, donde tenían aparcada la furgoneta.

-¿Se puede saber en que lío nos has metido estúpido?-Gruñó Off cogiendo a Mew por el cuello.

Este gruñó también y consiguió soltarse, entonces tosió y cogió aire.

-Yo solo atendí la llamada y alguien me dijo la dirección, el día y la cantidad... Habían oído hablar de nosotros, me pareció normal, no pensé que fuera así.

-¿Y quién demonios les habrá hablado de nosotros a este psicópata?-preguntó Zee con sus manos en la cintura.

Los demás chicos miraron al batería.

-No tengo ni idea chicos, pensé que alguien de la Universidad lo había comentado por ahí y el boca a boca habría hecho el resto.

Gun se adelantó.

-Bien, ahora ya está, no podemos irnos ni lamentarnos...actuemos esta noche y luego nos iremos de aquí cagando leches.

-S-Si ahora ya hemos firmado, así que solo nos queda cerrar el pico, veamos lo que veamos, ya lo habéis escuchado-dijo Gulf mirando a Mew-... Ese tipo es capaz de matarnos o algo peor, sus ojos eran diabólicos, a saber que se mete en el cuerpo.

Todos asintieron y resignados comenzaron a descargar los instrumentos y el equipo de sonido del vehículo de alquiler, poco después apareció de nuevo el gerente y les indicó la entrada al escenario, en donde actuarían esa noche.

Tras una hora de duro trabajo, los cinco chicos comenzaron los ensayos y cuando llegó la hora de la comida, una hermosa omega les apareció en el salón de fiestas para conducirles al comedor.

..-Genial, me muero de hambre-dijo Off dejando todo.

Los demás chicos también la siguieron pero pronto se dieron cuenta de que ésta no los conducía al mismo lugar que la noche anterior, en donde habían cenado.

La omega los llevó a otro comedor en la primera planta, en donde había una gran mesa muy lujosa y llena de delicatessen.

-Tomen asiento... el señor Suppapong y los demás llegarán en unos minutos-dijo esta muy sonriente saliendo por una de las puertas.

Los amigos se sentaron desconfiados pues nada estaba siendo normal allí.

-No estará envenenada, ¿verdad?-susurró Gulf mirando la comida.

De repente otra de las puertas se abrió dando paso al siniestro alfa y a otros alfas y omegas con sus mismos ojos, este lucía distinto, llevaba una larga túnica brillante con muchas lentejuelas y portaba múltiples joyas en su cuello, sus manos y sus brazos.

-Señores, les aseguro que mi maravillosa familia, mis fuertes hijos alfa: Steven, Logan y Edward y mis preciosas hijas omega: Doris, Charlotte, Felicia y Sara, no servimos comida envenenada a nuestros invitados de honor.

-¿Cómo rayos....-se preguntó el moreno confuso pues él lo había susurrado y las puertas todavía permanecían cerradas.

Los demás chicos se miraron sin comprenderlo tampoco.

Mientras, los vástagos de Suppapong se sentaron al mismo tiempo que su padre pareciendo robots obedientes y sin voluntad propia.

Los chicos comprobaron que en la mesa todavía quedaba un lugar vacío pero pronto este fue ocupado por una mujer, la cual apareció por la misma puerta que ellos y a la cual identificaron como la cantante, que vieron cantando en la fiesta, cuando ellos habían llegado el día anterior.

-Victoria, gracias por venir a comer con nosotros, es un honor-dijo el alfa con una sonrisa cínica.

La mujer asintió sin levantar su rostro y tras las presentaciones oportunas, varios omegas y betas empezaron a servir la mesa, entre los que estaba Saint.

Zee por supuesto intentó llamar su atención pero este ni siquiera lo miró, el alfa se dio cuenta de que este actuaba como un extraño, como si nunca se hubiesen visto.

El guitarrista se entristeció, no sabía porqué pero la indiferencia del castaño le dolía mucho, él jamás había sentido tanta tristeza en el alma por nada y menos por un omega.

El gran alfa y sus hijos apenas habían hablado, solo se miraban, asentían y sonreían pero de repente

-¿Qué tal los ensayos muchachos?, Espero que mis invitados disfruten mucho de su talento.-dijo este dando un golpe en la mesa.

-Bi-Bien señor....muy bien, seguro que no lo defraudaremos-habló Mew

-Me alegra escuchar eso.

Tras la tensa comida que finalmente transcurrió sin otros sobresaltos, los chicos volvieron al ensayo pues tenían que darse prisa, ya que la fiesta empezaba a las once y eran muchas canciones.

10. Hotel 5 estrellas Omegaverse -Zaintsee, Mewgulf y Offgun - Terror -TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora