10. Hotel 5 estrellas Omegaverse -Zaintsee, Mewgulf y Offgun - Terror -Terminada

Ocho

La noche de Off y Gun fue muy distinta a las de sus compañeros y amigos pues tan pronto habían entrado en la habitación, el vocalista había cogido su pijama y su cepillo y se había encerrado en el baño.

Este permaneció allí dentro durante mucho tiempo mientras el guitarrista se desesperaba y entonces comenzó a llamar a la puerta.

Este estaba furioso pues luego de haberse golpeado con Zee, Gun le había recriminado su actitud con el camarero, mientras habían subido en uno de los ascensores.

Off lo notó extrañamente molesto, como si le reprochase el que le hubiese llamado la atención Saint, cuando era una cosa completamente normal.

Harto de que su compañero no abriese, este decidió esconderle la mochila y luego se acostó como si nada y cuando el más bajo salió con sus ojos hinchados de tanto llorar, vio que ya dormía, por lo que suspiró con resignación.

—Eres un idiota Off pero te amo y no puedo decírtelo— tras susurrarle eso, Gun se tumbó y finalmente se quedó dormido también.

(...)

Saint abrió sus ojos y se dio cuenta de lo que Zee y él habían hecho, ¿Cómo iba a explicarlo?, aterrado se vistió y salió corriendo de allí.

El omega casi sin aliento llegó a su antigua habitación, entró cerrando la puerta rápidamente pensando que ya estaba a salvo pero de pronto un olor y una voz de sobra conocidos para él, lo sacaron de su error.

—¿Se puede saber de dónde vienes?.

-Pa-Papá -dijo este temblando mientras se giraba.

El alfa se levantó de la cama en la que estaba sentado y se dirigió a su hijo,  apestaba a enfado pero aunque mantuvo su semblante serio.

-Pu-Puedo explicarlo p-papá... yo n-no...yo est...-balbuceó el castaño aterrado.

-Hijo-volvió a hablar Willy acariciándole la cara- ...te permito vivir, comer y trabajar en mi hotel a cambio de una sola cosa pero no la has cumplido, ¿se puede saber porqué demonios no estabas en tu habitación, maldito desagradecido?-gruñó apretándole ahora el cuello con su mano.

-Lo s-siento pa-pap...s-señor, es q-que aquí...no p-pensé que v-vendrías esta no-noche por la f-fiesta-dijo casi sin poder respirar.

Entonces el alfa aflojó su agarre y lo empujó contra la pared acorralando contra ella y entonces comenzó a olisquearlo.

-¿Por qué hueles así?, ¿has estado con otro alfa?-gruñó furioso.

Saint temblaba de miedo, esa vez si que estaba en un lío pues su padre lo descubría todo.

-Uno de los clie-clientes del ho-hotel..... en el baño, él me q-quiso forzar-mintió- ...él se frotó contra mi pe-pero lo-logré e-escaparm, se-señor.

El alfa soltó un pequeño gruñido y se apretó contra el pequeño y delicado cuerpo de omega, entonces atrapó su boca por unos segundos.

-Eres mío me entiendes, y siempre debes estar aquí... Yo tengo ganas de ti, todo el rato, nunca lo olvides, ¡Tu eres mi puta!-Gruñó soltándolo fuertemente.

Saint cayó al suelo y se tragó las lágrimas pues se había hecho un poco de daño pero no podía quejarse o le sería peor.

-Vuelve al trabajo, hay mucho que hacer y no quiero una holgazana más aquí-Dijo finalmente el alfa saliendo de la habitación de este.

El omega se levantó del suelo y fue al baño donde vomitó hasta quedarse vacío pues el fuerte olor de su padre lo repugnaba.

Esta vez se había salvado de una paliza pero sabía que este nunca olvidaba y seguro se desquitaría en otra ocasión.

Cuando terminó, se sentó al lado del retrete y empezó a llorar, estaba harto de su vida, harto de los abusos del alfa al que llamaba padre, harto de soportar humillaciones de los hijos de este y de todos los seres que lo explotaban, tan sólo por ser huérfano y haber nacido omega.

Odiaba tener que trabajar a cambio de comida y techo, harto de que sus hermanas y hermanos si gozaran de la buena vida por ser ellas lindas omegas hembras y ellos fuertes alfa.

Su familia lo trataba como un esclavo, un despojo, durante años lo había entendido pues lo habían acogido como uno más, tras encontrarlo en una cesta casi moribundo a las puertas del hotel pero todo había cambiado al morir la omega del dueño y este había presentado su condición como omega.

Desde entonces, Saint no había tenido un minuto de paz pues a parte de sufrir los abusos psicológicos, tenía que soportar los abusos físicos del alfa mayor.

La verdad era que había ido a aquella habitación, donde ahora estaba Zee como tantas veces que su padre celebraba fiestas pues allí era el único lugar donde se sentía tranquilo pero no imagino que sería ocupada y mucho menos por el guapo y sexy alfa.

Recordó la advertencia de Willy y se levantó del suelo, entonces entró en la ducha pues aunque no quería que el olor de Zee se fuese, debía quitárselo, ya que lo vivido con él, había sido lo mejor que le había pasado nunca pero debía ser la primera y última vez.

Bajo las gotas de aguas, este recordó los fuertes brazos del alfa, lo habían hecho sentir a salvo de todo y de todos, había sido como tocar el cielo.