Once

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Cuando eran las nueve de la noche, Saint vino a avisarles que la cena estaba servida, entonces todos bajaron del escenario, entonces rápidamente Zee le cogió del brazo, el cual ya emprendía la marcha hacía el comedor.

—Oye ¿por qué actúas así?, ¿qué pasa?.

—S-Suéltame, por tú bien y el mío, por favor no vuelvas a tocarme—le susurró asustado.

—Está bien, no te tocaré pero dime al menos por qué haces cómo que no me conoces, ¿Qué demonios está pasando?.

—No puedo decírtelo pero será mejor que te olvides de lo de ayer... Olvídate de mí...debéis hacer vuestra actuación, iros a casa y no volver jamás.

—¿Qué me olvide de ti?, ¿Cómo?, Me gustas y no puedo olvidarlo... Te recuerdo a cada minuto y tu indiferencia me mata, jamás había sentido esto por nadie, Saint... Esto tiene que ser algo más que simple sexo.

—Lo siento —dijo el castaño cortante—… no puedo corresponderte, yo no siento nada por ti, para mi si fue solo sexo—le mintió este en un susurro, girándose después hacia la puerta con los ojos cristalizados

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—Lo siento —dijo el castaño cortante—… no puedo corresponderte, yo no siento nada por ti, para mi si fue solo sexo—le mintió este en un susurro, girándose después hacia la puerta con los ojos cristalizados.

Zee se quedó paralizado, el omega que anoche se había derretido en sus brazos y gemía de placer por sus caricias y sus besos, ahora actuaba duramente y lo había rechazado.

Finalmente, los chicos siguieron al omega en silencio, sin quitarle el ojo a su amigo pues no entendían que era lo que estaba pasado entre este y el camarero.

Al llegar al comedor, se sentaron y vieron que la mujer, la tal Victoria que ya estaba sentada a la mesa.

—Hola buenas noches—dijeron los chicos.

Ella solo asintió ante el saludo pero de pronto tomó fuertemente la mano de Gulf, el cual se había sentado a su lado.

—¡Ay suélteme!, ¿qué le pasa señora?.—se quejó.

Los demás miraron a la mujer y a su amigo y comprobaron que al parecer ésta quería decir algo pero parecía no poder pronunciar palabra alguna.

De repente la puerta se abrió sobresaltandolos y el viejo alfa y sus hijos entraron para sentarse felizmente a cenar.

—Bien muchachos, espero lo den todo en mi fiesta y mantengan a mis invitados contentos todo el tiempo que dure la velada.

—Descuide señor, no se preocupe lo haremos bien.—Dijo Mew muy seguro.

—Bueno, Victoria nos dejará hoy... Ella ha sido la encargada de amenizar la velada durante la noche de ayer pero a querido acompañarnos a cenar esta noche antes de volver a Francia, ¿verdad querida?—dijo este sonriendo cínicamente al igual que lo hicieron sus hijos.

Todos la miraron y entonces la mujer sonrió forzosamente, la verdad actuaba extraño pero los chicos no quisieron meterse pues ni la conocían y no era su problema.

Cuando llegó el segundo plato, Saint fue el encargado de servirlo y todo iba bien pero al llegar al dueño alfa, algo ocurrió.

—¿Qué significa esto?—gruñó furioso señalando su brazo.

—No s-sé a que se re-refiere, se-señor—balbuceó asustado.

El alfa entonces se levantó y lo cogió por el otro brazo para llevárselo, Zee hizo el amago de intervenir pero Saint lo miró y negó con la cabeza para que no lo hiciese.

Rápidamente, Willy lo sacó del comedor y los demás alfas y omegas siguieron cenando como si nada mientras se reían.

—Se lo tiene merecido—dijo uno de los alfas jóvenes.

—Padre lo castigará—dijo riendo otra de las omegas.

Victoria volvió a sujetar a Gulf por la mano apretando fuertemente y alcanzó a emitir un gran sonido de terror y miedo.

Los chicos la miraron horrorizados pues al mirar su boca totalmente abierta, se dieron cuenta de que esta no tenía lengua.

—¡Es imposible!, pero si la he-hemos visto ca-cantar—dijo muy asustado Gun agarrándose a Off.

Los cinco muchachos se levantaron rápidamente muy asustados e intentaron salir pero todas las puertas estaban bloqueadas.

—¡Abran! ¿Qué mierda está pasando?—gritó Mew.

—¡Socorro! ¿Qué demonios es este lugar?—gritó Gulf también.

Entonces la puerta principal se abrió de nuevo.

—Muchachos sientense, ¿a dónde creen que van?... Recuerden su contrato, deben cumplirlo y no les pasará nada, ¿ese era el acuerdo no? —Dijo tranquilamente el viejo alfa sentándose muy sonriente.

—¿Por qué no tiene lengua?, ¿qué demonios le pasó?—se atrevió a preguntar Zee ante la mirada atónita de sus compañeros.

Willy rió fuertemente, seguido de sus hijos e hijas.

—Pues mi querido muchacho, algo tan sencillo como que Victoria rompió el acuerdo confidencial que firmó...Ella habló demasiado y por eso ha sido castigada—dijo edite tajante dejando de reírse—…ella os servirá de advertencia a vosotros.

Ella habló demasiado y por eso ha sido castigada—dijo edite tajante dejando de reírse—…ella os servirá de advertencia a vosotros

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10. Hotel 5 estrellas Omegaverse -Zaintsee, Mewgulf y Offgun - Terror -TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora