ERES MÍO -Tododeku

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Después de terminar su café Midoriya y la mujer salieron de la cafetería como dos amigos cercanos. El pequeño peliverde se había ofrecido a acompañar a la mujer y ella había aceptado encantada.
Caminaban tranquilamente por las calles de aquella gran ciudad, después de aquella pequeña cita en el café se podía ver como ambos estaban mas alegres, incluso una tierna aura emanaba de aquellos dos.

—Entonces, tu poder es tan fuerte que incluso te lastimas a ti mismo cuando lo usas...?

—Si, aún no logró controlarlo

—Y para eso es todo este vendaje?

—Así es, no es muy profesional cierto? — el peliverde sonrió apenado.

—Eso... bueno, significa que tienes que esforzarte más no? Eso es lo que hace un héroe, se esfuerza por salvar a los demás, sin importa el poder que tengas si puedes ayudar esta bien, solo no te lastimes demasiado pequeño — la mujer sonrió y acarició suavemente la melena peliverde del chico.

—Claro! — dijo entusiasmado — oh... cierto... cual es su poder señorita-... — paró en seco, ahora que lo pensaba no sabía su nombre aún después de pasar toda la tarde juntos.

—Mi poder...? Hielo, en pocas palabras — respondió y levantó una mano desprendiendo aire fresco y un poco de nieve.

Hielo. Hielo y ojos grises con cabello plateado. Enseguida los puntos se conectaron.

—Disculpe pero... amm cual es su nombre? — la mujer sonrió satisfecha.

—Rei

—Rei... — repitió

—Todoroki Rei

—Ah... AH!!! U-Usted es...

—Soy la madre de Shoto. Ahora que lo sabes me gustaría decirte que tenia muchas ganas de conocerte pequeño Midoriya

—A mi? Usted me conocía?

—Eres, eres muy importante para mí Midoriya, gracias a ti Shoto después de tanto tiempo... vino a verme — sus ojos se giraron hacia el cielo con un brillo encantador — Estoy muy agradecida contigo pequeño.

Sus palabras llegaron al peliverde y después de procesarlas sus mejillas se ruborizaron provocando una sonrisa en la mayor.

—Así que no podía dejarte llorar solo. Dime pequeño, la persona que te gusta, es Shoto?

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—Si — esa sola sílaba logró que el peliverde se escogiera en su sitio tratando de ocultar su ardiente sonrojo, le acababa de decir a la madre de Todoroki que le gustaba su hijo. La mujer no pudo disimular su alegría por aquel hecho.

—Eres bastante tierno, entiendo porque Shoto se enamoró de ti.

—...?!

—Hemos llegado — el lugar era un hospital amplio y alto. Entraron directamente a una habitación donde ponía "Todoroki Rei" a lado de la puerta y al atravesarla un chico de cabello bicolor estaba esperándolos.

...