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La oscura noche y el frío viento obligaba a midoriya a pegarse más al cuerpo del bicolor en intentos de consolar su dolor, pero de lo que Todoroki no se había percatado era el constante gimoteo en el cuerpo del peli verde.

—To-todoroki Kun, no me siento bien... — el chico quitó la manta sobre el chico en sus brazos para observarlo mejor, sus mejillas estaban rojas, con mano apretaba fuertemente su estomago mientras que con la otra se aferraba al cuerpo del bicolor, su cuerpo estaba mojado y sus ojos llorosos, fue entonces que Todoroki notó la temperatura alta que transmitía el cuerpo del menor.

Su cabeza dio vueltas tratando de pensar a donde llevarlo, no podía ir a la academia, todos lo verían de aquella forma tan vulnerable, y para ser sinceros no necesitaba más inconvenientes con el chico.

Recordó una cabaña propiedad de su padre, no habría nadie allí, las empleadas estaban descansando y su padre no la visitaba, optó por llevarlo allí.

El peli verde estaba cada vez más caliente y con cada segundo se aferraba más a todoroki, una vez que entraron al lugar el bicolor recostó en una cama al chico observando cada parte de su cuerpo.

–To-doroki, tengo mucha calor – en quejidos se quitó la sudadera que llevaba dejando ver su piel sudada. El bicolor no sabia que hacer, no quería que el chico sufriera pero no entendía lo que le pasaba así que no podía ayudarlo – Todoroki – el chico se acercó al rostro del menor para escucharlo mejor pero un acto rápido del peli verde lo atrapó juntando sus labios en un beso húmedo y apasionado sujetando su nuca para aferrarse mejor.

ERES MÍO -TododekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora