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La paciencia que tenía Todoroki cuando se trataba del menor era inmensa, caminaban lentamente para evitar que se sobreesforzara, Todoroki se había ofrecido a cargarlo todo el camino pero el peliverde se avergonzaba demasiado calentando su cara haciendo preocupar al bicolor, como un acuerdo colectivo decidieron caminar paso a paso hasta tomar un autobús de vuelta a la UA. Tardaron solo unos minutos en llegar y cuando lo hicieron los maestros se abalanzaron sobre ellos llevándolos directamente a la sala de reuniones frente al director y los demás héroes de la institución. Las preguntas sobre lo ocurrido les inundaron automáticamente, fueron detenidos solo por recovery girl quien se llevó al peliverde para asegurarse de su salud, por su parte Todoroki respondió algunas otras preguntas de los héroes ocultando algunos detalles como el hermoso rostro del peliverde sonrojado, o el beso tan apasionado que habían tenido.

—Eso es todo Todoroki, vuelve a tu dormitorio — fue la orden de aizawa sensei una vez que sesaron sus dudas, el chico asintió y caminó hasta la entrada para volver a su dormitorio pero paró en seco al notar lo que hacía, cada vez que el peliverde no estaba cerca de él su cuerpo se sentía inquieto, tantas personas que querían hacerle daño y muchas otras que querían robarlo de él, no podía permitirse estar lejos de él, no lo consideraba débil, sabía perfectamente que el menor sería un héroe imponente y fuerte, pero en su corazón sabia que quería estar con él de lo contrario no podría calmarse nunca. Se decidió por esperarlo sentado en una banca en la entrada de UA, cada minuto se impacientaba más y no fue hasta que vio al peliverde salir del edificio que logró calmarse.

—Todo bien? — dijo una vez que el menor estuvo junto a él, se levantó y caminó a lado del chico.

—Todo bien, Todoroki kun, estabas esperándome? — sus mejillas se habían teñido de un ligero color rojo.

—Me siento más tranquilo cuando estoy contigo Midoriya. — fueron las palabras que salieron de su boca sin darse cuenta que el peliverde moría de la pena con el rostro más rojo que un tómate. Con una sonrisa de alegría en el rostro de ambos caminaron juntos de regreso.





ERES MÍO -TododekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora