ESCENA SEIS. EMBOSCADA

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-MÁTALA

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-MÁTALA.

Había sido una orden perfectamente clara y directa. Megatron lo había meditado mucho durante la noche, pensando, de qué manera podía hacer que Deadlock cambiase y le fuera leal a él, al gran tirano. Pero, había llegado a una triste conclusión, de la que se podía afirmar que Deadlock nunca cambiaría, no estaba hecho para recibir órdenes, solo se había unido a las filas de Megatron para matar Autobots, pero en realidad ellos no le habían echo nada a él, Deadlock podía abandonar la facción Decepticon si lo quisiera y marcharse con aquel que fue su hermano para matar a Decepticons. El plateado lo sabía, pero la diplomacia no iba con Deadlock. Optimus Prime nunca podría domar ni mucho menos ser líder de Dead, el gran asesino, su reputación siempre quedaría marcada por los Decepticons y todas las sparks arrebatadas.

Así que, Megatron había tomado la decisión en firme de finalizar aquel quebradero de procesador, y dar una profunda y dura lección a Deadlock.

Asesinarlo a no sería fácil, era muy bueno, Megatron incluso le había enseñado algún truquito en batalla para mejorar su rendimiento en combate. Mandar a matarlo sería un desperdicio de mechs útiles para equilibrar la batalla con Prime. No era factible. Pese a esto Deadlock no era inmortal, todos mueren. Incluso el mas grande. Pero el plateado decidió cobrarse la vida de aquella a la que retenía con el objetivo de dar una clara lección de vida a Dead, si no podía domarlo por voluntad lo haría por la fuerza y el uso de energon inocente.

Matar a la bestia a la que Deadlock parecía tener alguna clase de afecto era lo más correcto. Después de eso el tirano tendría al asesino entre la espada y la pared.

-Tendedle una emboscada, matadla a ella y traed Deadlock ante mi.

Era una decisión peligrosa, pero pronto averigüaría si había sido la mas acertada.

-Con mucho gusto, mi señor.-había respondido el Seeker con una traviesa sonrisa de maldad en su rostro metálico.

Después de aquello, veinte Decepticons, entre ellos Starscream habían partido a las Montañas de Hierro para realizar la misión.

(***)

Espero que sufras hasta el dia en que te mueras.

Su voz afeminada resonaba en su CPU una y otra vez. ¿Por qué le irritaba tanto? Podía matarla cuando quisiera, pero aquella estúpida femme tenía algo, algo extraño que hacía que Deadlock quisiera mantenerla aún viva. Ahora se encontraba mirándo fijamente el cadáver del Decepticon que había matado. El energon se había secado sobre la armadura del muerto, pero aún era reciente. El sol ya había salido, y mientras Aurea recargaba, Dead estaba con sus ópticos rubíes clavados en aquel insensato mech. Era claramente un aviso de aquello que lo que estaba haciéndo estaba empezando a levantar sospechas y que en cualquier momento podrían venir a por él, y si encontraban a la bestia la matarían sin dudar, o se la llevarían para torturarla, sacarla información y después asesinarla. Deadlock no sabía que iba a pasar, pero debía pensar en un plan y en una buena excusa. Tal vez abandonar la facción Decepticon. No estaba a gusto allí, tampoco estaba a gusto con las pesadillas que estaban comenzando a enloquecerlo poco a poco, llevaba meses así, y algo no estaba bien en él, lo sabía, había pasado a ser un ser gélido y escalofriante a ser...otra cosa. No podía explicarlo. Es como si hubiera sufrido un cambio o un lavado de procesador. Esas...emociones y...sentimientos lo atormentaban. Frio, miedo, dolor, tristeza. Odiaba eso, quería a volver a ser el de antes. No le importaba matar a otros asesinos, pero aquellas familias, sparklings, sus...gritos, su agonía.

𝙈𝙐𝙍𝘿𝙀𝙍𝙀𝙍 ↬ ᵈᵉᵃᵈˡᵒᶜᵏ/ᵈʳⁱᶠᵗ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora