ESCENA DIEZ. HUIR O MORIR

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PARA CUANDO DEADLOCK REGRESÓ, Aurea estaba de nuevo sobre el árbol, callada, seria, invulnerable

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PARA CUANDO DEADLOCK REGRESÓ, Aurea estaba de nuevo sobre el árbol, callada, seria, invulnerable.

-Acabarán encontrándonos.-aseguró la femme, sin siquiera dignarse a mirar al asesino.
-Los mataré a todos.-respondió con sencillez.

Aurea gruñó. Terco, idiota, tonto, imbécil...

¿Podía ser tan cabezota aquel mech?

Solo tienes que aguantar Aurea, unos ciclos más...y estarás de vuelta con los Autobots tomando un buen vaso de energon.

(***)

Starscream y sus gemidos de dolor escapaban de la enfermería de la base Decepticon. Su nuevo alerón había sido instalado y acoplado con éxito en su cuerpo de metal. Sin embargo el doctor le había recomendado no volar durante unos ciclos y pasados estos, no sobrecargar su nuevo equipo si no quería volver a vérselas en la enfermería.

Cuando salió golpeó una pared, colérico. Chatarra, chatarra, chatarra...se repetía una y otra vez en su procesador. Aquello no podía quedar así. Starscream era demasiado orgulloso como para retirarse sin más, era ambicioso, egoísta y envidioso. Quería venganza. Un rasguño era tolerable, ¿pero un alerón completo?

No...de eso nada. Nadie se atrevía a ultrajar al mismísimo Lord Starscream...

¡Nadie!

(***)

-Dime ya la verdad Deadlock.-pidió la femme mientras seguía al Decepticon por el bosque sin saber hacia donde se dirigían.
-¿Sobre qué?
-¿Me mantienes viva porque necesitas un amigo? ¿Compañía quizás? ¿Has estado tanto tiempo solo como para llegar a cometer las locuras que solo un necio como tú haría?

Deadlock detuvo sus pasos, Aurea, lo imitó. El asesino se dio la vuelta y se quedó mirando a los ópticos de la lupina. Hubo un silencio tan solo rompido por la leve brisa que surcaba el mítico bosque de metal. En un acto atrevido Deadlock se aproximó a la loba para quedar a unos pocos centímetros de su rostro.

Había tantas preguntas, y tan pocas respuestas.

-Lo quieras aceptar o no, los dos estamos solos, puedes fingir un lugar al que volver puedes engañarte a ti misma, pero, somos mas parecidos de lo que crees.-susurró, la loba, se había quedado sin desearlo muda, ante su cercanía, ante sus palabras.-No sé por qué me arrastro a ti, no sé que es lo que quiero de ti.-la frustracción era palpable en su voz.-Lo único que sé es que no quiero que te alejes.-gruñó.

Momentáneamente él miró los labios carnosos de la lupina.

No...¡No!

En un acto de rabia ella lo golpeó. Deadlock la esquivó pero Aurea no dudó ni un segundo en volver a atacarlo, ella, ni siquiera estaba segura de por qué lo atacaba de esa manera, con esa rabia.

𝙈𝙐𝙍𝘿𝙀𝙍𝙀𝙍 ↬ ᵈᵉᵃᵈˡᵒᶜᵏ/ᵈʳⁱᶠᵗ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora