ESCENA QUINCE. NUEVO PLAN

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COMO NUEVO MECH DE HONOR

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COMO NUEVO MECH DE HONOR. Drift buscó su propio camino, ayudando a toda espécie necesitada de ayuda. Peleando contra los Decepticons, buscando la paz. Tras su partida de Ciudad Cristal, se había jurado así mismo defender lo indefendible. Pero, a pesar de su nuevo yo, Drift jamás había olvidado una promesa perdida en el tiempo...

Aurea Prius.

Juró que la encontraría y eso había estado haciendo durante años luz. La quería, y por más honorable que fuera ahora...La tendría.

Nadie conocía la antigua identidad del mech, lo que inevitablemente le daba una gran ventaja con Aurea. Puede que ni ella misma lo reconociera cuando volvieran a encontrarse. ¡Si practicamente había sido reconstruído!

Aurea tenía una spark especial. Sin duda. Tenía algo que atraía al samurái. Le enloquecía. Y sin importar como. La necesitaba. Solo que en aquella ocasión emplearía una estrategia diferente.

La buscó en muchos lugares. Ciudades en ruinas, bases destrozadas, antiguos hospitales...Había mejorado sus técnicas de ocultamiento, para evitar así ser rastreada. Lo que nunca se imaginó fue encontrarla con los Autobots. ¿Una cyberwolf aliada de Optimus Prime? Bueno, si se pensaba no era tan descabellado. Prime acogía a cualquiera, sin importar la espécie o pasado. Toda ayuda era bienvenida en aquella guerra interminable.

Drift se había planteado unirse al Prime en más de una ocasión. Pero era demasiado solitario, demasiado desconfiado como para trabajar con otros bots. Detestaba el trabajo en equipo, jamás encajaría allí.

Pero, volviendo al punto anterior. Como he dicho, Drift nunca se había imaginado a la wolf con esa facción. Sin embargo toda duda quedó resuelta cuando el samurái se la encontró en plena misión de rastreo junto a otro Autobot. En Protimax, antigua ciudad de Vos. Una ciudad que había visto días mejores. Ahora solo quedaban cadáveres y lugares ruinosos. Sin embago había viejos pozos de energon aun aprovechables si se sabía buscar.

El Autobot era bajito y feo, de color amarillo. Algo en la spark del espadachín se había removido de alegría y odio al encontrarla. Era tal y como la recordaba, alta y esbelta, mucho más irritante con diferencia.

Decidió aguardar en un lugar donde nadie le viera. Para observar con sigilo. Reparó en el símbolo grabado en el pecho de la wolf, con detalles grisáceos y negros. Notablemente desgastado. Pero ahí estaba. Entonces lo pensó.

No podía matar a nadie así como así. Mucho menos a un Autobot. Aunque no terminaba de covencerle la facción, debía de admitir que tenían puntos comunes. A demás, ya no era un asesino de inocentes. Y aquel mech feo y descolorido era inocente.

Uff. ¿Cómo iba él a acercarse...?

-¡Cuidado!

Hubo varios disparos. De unas armas que Drift, o mejor dicho Deadlock conocía muy bien. Blasters. Unos pequeños escombros cayeron sobre su hombro metálico que rapidamente se quitó de en medio. Cuando volvió a mirar Aurea había desaparecido. Sin embargo el amarillo estaba devolviendo los disparos que recibía de los Cons. Una emboscada. ¡Qué gran oportunidad!.

Drift desenvainó su espada y la envolvió con sus manos. Se movió como una sombra listo para terminar con uno de los Cons. Y cuando se dio la oportunidad. ¡Zas! En un pequeño grito de guerra el metal del cuerpo había quedado dividido en dos. ¡Ja! Una basura menos.

Cuando quiso ir a por el otro Decepticon, una sombra rápida como un rayo le adelantó y se tiró sobre el Transformer. Drift observó a Aurea.

Primus, estaba rabiosa, colérica, hermo...

-¡Aurea no!

Y la Wolf pareció regresar en sí misma. El enemigo parecía muy maltratado, sin embargo aun no estaba desactivado. Aurea entonces tuvo contacto visual con Drift. Fue intenso. Mientras él parecía estar encantado con la situación. Aurea resplandecía, estaba agitada y cubierta de energon que no era el suyo. Eso le enloquecía.

-¿Y tú quien eres?.-le interrogó el amarillo.

Ahora fue Drift quien volvió a la realidad.

-Podría decirse que un neutral.-respondió cauteloso con sus palabras.-No quiero haceros daño.

Bumblebee parecía desconfiado. Fue Aurea quien amansó sus miedos.

-Bumblebee, no miente, lo huelo.

Convencido. El amarillo bajó la guardia.

-¿Qué haces aquí?.-interrogó Aurea.
-Buscaba energon y un lugar donde cobijarme.-guardó su arma.-Pero veo que esto no lo és.

Bee y Aurea compartieron una mirada de complicidad.

-Identifícate y entrega tu arma bajo tu propia voluntad, y tal vez podamos ayudarte.

El plan estaba en marcha.

-Drift.

(***)

Drift había sido recibido bajo mucha intriga y desconfianza en la base temporal Autobot. Ubicada en el Ibex, la capital principal del planeta Iacon. No fue hasta que fue presentado ante Optimus Prime, que la tensión dejó de hacer mella en el equipo Autobot.

Aurea fue designada su acompañante. Para cuidar de que el recién llegado no se perdiera en las instalaciones, y explicarle ciertas normas.

-Este será tu cubíl.-presionó un botón y la puerta de acceso se abrió.-Ya conoces las normas, ¿Alguna pregunta?

Drift miró sus ópticos llenos de fiereza. ¿Debería confesarle quién fue una vez? No. Le repudiaría...

-Ninguna, Aurea.-sonrió amablemente.

Ella se sobresaltó.

-No te he dicho mi nombre.-frunció el ceño.
-Tu amigo amarillo lo dijo.-recordó.

Entonces pareció relajarse.

-Si, cierto.-hizo una pausa y ligeramente incómoda añadió.-Buenas noches, Drift.
-Buenas noches, Aurea...

Al cerrar la puerta. Drift observó un espejo, se miró a sí mismo. Y observó con horror su antiguo aspecto.

-Hola, amigo mío...
-D-Deadlock...

𝙈𝙐𝙍𝘿𝙀𝙍𝙀𝙍 ↬ ᵈᵉᵃᵈˡᵒᶜᵏ/ᵈʳⁱᶠᵗ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora