La reunión.

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Harry estaba agotado mentalmente, morir, hablar con un dios, hacer un trato con este, revivir y terminar una guerra es algo que dejaría a cualquiera agotado hasta el punto de caer rendido.

Pero para su suerte aun tenía cosas por resolver, muchas cosas por resolver, lo primero en su lista es hablar con sus amigos, claro que buscarlos en este momento era algo complicado por no decir imposible, cuando al fin lo dejaron sentarse por lo menos se encontró con la sorpresa de que había tomado asiento justo al lado de una de las personas con las que quería hablar: Luna.

- Yo en tu lugar estaría agotada- menciono la curiosa chica.

- Lo estoy - contestó Harry - pero aún tengo cosas por hacer y entre esas cosas está el hablar contigo - agregó con voz tranquila para ver como la joven alzaba las cejas con sorpresa y sus grandes ojos mostraban genuina curiosidad- ¿Tienes tiempo Luna? - la chica lo observó durante un momento para después asentir con la cabeza y sin demora tomo su brazo para desaparecerse del lugar y aparecer frente la sala de los menesteres, la repentina desaparición del "Héroe de guerra" dejo a muchos extrañados y a otros nerviosos, entre ellos Hermione y Ron quienes no tardaron en buscar en el mapa del merodeador a su amigo, lo encontraron junto a "Luna Lovegood" en frente de lo que sería la entrada de los menesteres intercambiaron una mirada y antes de que alguien pudiera notarlo desaparecieron.

Mientras tanto Harry se encontraba recargado en una pared esperando la llegada de sus otros dos amigos, pensando en lo que les diría en cuanto llegarán e ignorando la persistente mirada de Luna sobre él de alguna manera no lo molestaba pero sentía que ella podía ver atraves de él.

Un sonoro CRACK lo sacó de sus pensamientos para después atrapar a Hermione que se habia lanzado a abrazarlo por los hombros.

-¿Qué sucede Harry?- fue lo primero que salió de su castaña amiga, nunca le ha podido ocultar nada.

- Nada Herms sólo necesitó hablar con los 4 a solas - aclaró con tranquilidad para convencer a su amiga.

- ¿Cuatro? Harry sólo somos 3 - le señaló su pelirrojo amigo después de haber saludado a Luna mientra le brindaba un suave golpe en el hombro.

- Esta por llegar- comentó y como si sus palabras fueran un hechizo Neville apareció trastabillando en la esquina.

- Bueno, ya estamos todos ahora sólo falta el lugar indicado para hablar- dijo mientras pasaba tres veces frente a la entrada de la sala de menesteres para que está dejará ver una puerta, la cual mantuvo abierta- entren por favor - dijo y los jóvenes amigos de Harry se miraron algo confusos antes de adentrarse en la sala.

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Frente a ellos se encontraba lo que parecía ser la sala de una casa con sofás, libros en repisas y una chimenea, el sonido de la puerta cerrandose los devolvio a la realidad.

Observaron como Harry tomaba asiento en el sofá individual dejando libre el familiar para que ellos tomarán asiento y por primera vez en las últimas horas pudieron observar a detalle a su amigo, y debían decir que lucía algo distinto a como lo recordaban, su cabello se veía un poco más oscuro, su piel blanca por naturaleza ahora lucía aún más pálida, estaba más delgado bueno Harry siempre ha sido delgado pero ahora lucía más delgado (pero no enfermizo, bueno al menos no tanto), sus ojos de un verde esmeralda tenían un extraño brillo y ya no tenían rastros de ingenuidad ahora sólo estában a la vista un par de ojos inundados en tristeza, culpa, dolor y cansancio, tenía la mirada endurecida como si supiera cosas que ellos no, su porte tampoco era el mismo ahora lucía tranquilo y relajado no como antes que lucía tenso e inquieto, los cambios no eran muchos pero si algo notorios no sabían a lo que se debía pero sólo recordar lo dicho minutos antes los hacía entender que sea lo que sea que su amigo haya visto ellos no lo querían ver.

- Morí- y así con esa corta pero pesada palabra los sacó de sus pensamientos.

- ¿Moriste? ¿Cómo así que moriste? si estás aquí frente a nosotros - exclamó el pelirrojo recibiendo de los demás una breve mirada y de Harry una sonrisa.

- Así es, estoy aquí pero la razón por la que sigo aquí no es para nada simple y de eso les quiero hablar - puntualizó y así sin más comenzó a contarles todo lo sucedido en el bosque (tuvo que explicarles a Neville y Luna lo de los horrocruxes) , lo que habló con Dumbledore y Hades, al inicio se mostraron algo incrédulos (claro esta que todos menos Luna) ante la idea de que un Dios estuviera involucrado pero conforme iba avanzando sus rostros pasaron a la sorpresa pura, cuando terminó su relato el silencio inundó la sala y él espero a que sus amigos lo asimilaran

- Entonces ahora eres inmortal - señaló Hermione aún algo incrédula de lo dicho.

- Creo que sí

- Y eres el amo y señor de la muerte- señaló Neville

-Eso parece

- Y ahora eres la mano derecha de Hades, el dios griego - añadió Luna

- Ajá

- Sabes de alguna manera no me sorprende todo esto - comentó Ron quien era el más recuperado de los 4 - de alguna forma u otra siempre pasa algo - concluyo encogiendose de hombros restandoles importancia al asunto.

- Supongo que te vas a ir - dijo Hermione

- Sí, me iré y no se cuando volveré pero intentaré visitarlos varias veces después de todo tengo un ahijado al cual cuidar - contestó Harry con una sonrisa plasmada en su rostro.

- Harry yo sólo tengo una pregunta - Esta vez la voz de Neville se escuchó en la sala - ¿Por qué nos lo has dicho a nosotros? -preguntó señalandose a si mismo y a Luna.

- Porque se que no dirán nada, porque son los de mente más abierta que conozco y porque ambos me brindaron ayuda y lealtad todo este tiempo -contestó con una sonrisa y mirada llenas de gratitud.

El ambiente en la sala se aligero y pronto comenzaron a charlar más libremente así poniéndose al día y de acuerdo en cuanto a la versión que darían al resto al final de la larga reunión que tuvieron los 4 amigos se sintieron tristes y se despidieron de Harry como si nunca lo fueran a volver a ver.

- No se sientan tristes, no será la última vez que nos veamos - dijo con una gran sonrisa en el rostro.

Y así sin más partió dejando atrás a sus amigos y un un gran alboroto ante la noticia de que el Salvador del mundo mágico había decidido marcharse, algunos estaban inconformes otros molestos y los que de verdad querían a Harry estaban tristes pero con una sonrisa en el rostro, al fin iba a poder descansar y tomarse el tiempo para sanar después de todo él fue el que más perdió en esta guerra.

Ojos color mar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora