Zeus mandó a "Cupido" a unir a un tal Lee Jeno, un profesor de Kinder, con su verdadero amor, para eso, CuPark se tendrá que convertir en algo que no quiere con la ayuda de Hades, logrando unir a varias parejas en el camino, menos a quien necesita...
Zeus lucía radiante como siempre, jugaba con su rayo, ideando qué debía hacer para el cumpleaños 300 de Afrodita, la fecha se acercaba cada vez más, pero su hijo no estaba ni siquiera un poco enamorado de la persona que le fue dada por los cielos y ahora desperdiciaba su tiempo jugando a ser el padre de Cupido.
—Zeus. —La voz de aquel hombre resonó por todo el templo, secretamente el dios principal le estaba esperando.
—Pensé que no vendrías. —Murmuró. —Sé que has descubierto lo que las estrellas anunciaron el día de tu nacimiento, sé que quieres a mi hijo.
—Si las estrellas me dieron a Afrodita, dime por qué él dice que es padre de CuPark. —Exigió. —Le quiero, le amo. —Mencionó aquella persona. —Dime por qué Afrodita y Hades tienen a Cupido como su hijo. ¿Por qué ellos pueden actuar cómo la familia feliz mientras yo no tengo a quien quiero?
Zeus resopló, había varios dioses que se ponían a su nivel, él era el rey del Olimpo, no debería permitir tantas faltas de respeto, pero conocía a la persona que tenía en frente, era un hombre que podía matarle si quisiera, no debía confiarse de él.
—¿Y qué quieres que haga? —preguntó Zeus con desdén.
—Déjame eliminar a Cupido y a Hades. —Pidió.
—Creo que eliminar es una palabra muy fuerte, si alguien se enterara de esta conversación, podría malinterpretarse. —mencionó el dios del rayo.
—Por favor. —Se arrodilló. —Quiero el lugar que tiene Hades, quiero que Afrodita me vea a mí, no a mi poder ni a mis propiedades, quiero que me ame, pero no lo puedo hacer si su corazón pertenece a alguien más.
—Veré qué es lo que puedo hacer. —Zeus miró al joven que pese a que tenía 290 años, tenía razón.
Al cumplir cierta edad de años, los dioses debían de comprometerse, debían tener una pareja para toda la vida, en ellos no servían los poderes de Cupido como en los humanos, así que era difícil que un dios se enamorara, y Afrodita tenía que casarse pronto. Eso le dio una idea a Zeus.
Jungwoo o Zeus como la mayoría lo conocía, no era conocido por su paciencia, pero sí por cumplir su palabra, si las estrellas querían que su hijo se casara con la persona que estaba frente a él, debía ser por algo, Johnny o Afrodita tendría que aceptar su destino si no quería ser castigado por los cielos.
Jungwoo tenía que deshacerse de Hades y de Cupido.
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El juicio se estaba llevando a cabo, Park Jisung miró con rabia a Zeus, su abuelo era un tirano, no entendía por qué lo trataba de esa forma.
—¡No has enamorado a nadie por años! —gritó Jungwoo. —Han llegado peticiones de cientos de creyentes pidiendo amor verdadero.
—¡Sabes que eso no existe! —murmuró Jisung con enojo. —El amor erótico es el que más se vive hoy en día. Las personas han perdido las ganas de sentir cariño y ternura por otros humanos. No tengo por qué esforzarme si sé que fallaré, mis flechas han estado perdiendo fuerza.
