Zeus mandó a "Cupido" a unir a un tal Lee Jeno, un profesor de Kinder, con su verdadero amor, para eso, CuPark se tendrá que convertir en algo que no quiere con la ayuda de Hades, logrando unir a varias parejas en el camino, menos a quien necesita...
Mark había dejado a Jaemin en su casa. El dios del inframundo trató de ser lo más discreto que pudo a la hora de entrar.
Se llevó una sorpresa cuando vio un plato de galletas en la mesa. Decía "bienvenido" con la letra de Jisung. Jisung y Jeno seguramente habían hecho comida y Jaemin quiso echarse a llorar de lo feliz que estaba, lo habían estado esperando, ¿hace cuánto alguien no lo esperaba en casa y lo festejaba con tal recibimiento, era lindo saber que alguien le extrañaba.
Na le había avisado, por un mensaje de texto a Jeno, que llegaría tarde, que por favor cuidara a Jisung hasta que regresara, Jeno simplemente aceptó, preguntando un horario aproximado de llegada, Jaemin había dicho que a media noche, pero ya era un poco más tarde. Mark había decidido ir lento en la carretera por la oscuridad y la factibilidad de que alguien los apoyara si tenían un accidente, prefería no correr riesgos.
Jaemin, pensó que vería a Jisung en la habitación del pequeño, pero estaba vacía. Así que fue a su habitación y allí encontró una escena que le llenó de ternura.
Jeno estaba dormido a un lado de Jisung, un libro de cuentos estaba abierto y Jisung lo abrazaba. Jisung no era un niño pequeño, pero realmente se veía adorable de esa forma, debió dejar que el profesor Jeno le leyera algo antes de dormir.
Na se acercó a su closet y sacó su pijama. Entró al baño y se la puso, cuando regresó pudo ver que Jeno estaba despierto.
—¿A qué hora llegaste? —preguntó el profesor.
—Hace unos minutos. —dijo Jaemin casi susurrando.
—Pediré un taxi para irme. —Mencionó Jeno.
Jaemin abrió la boca. Algo no le parecía bien en la oración dicha por Jeno.
—¿Piensas ir a tu casa? —preguntó con preocupación. —¿Por qué no te quedas aquí?
—Mañana tenemos clases. —dijo Jeno en susurro tratando de no despertar a Jisung.
—Puedes quedarte aquí y mañana puedes irte temprano. —Jaemin trató de convencerlo.
Jeno lo que menos quería era irse. Quería quedarse un ratito más mientras observaba lo lindo que se veía Jaemin en pijama y lo tierno que parecía Jisung dormido. Jeno tomó el libro de cuentos con cuidado y lo dejó en el buró al lado de la cama.
—Te tomaré la palabra. —Murmuró. —Iré a dormir a la cama de Jisung o quizá al sofá.
—Cabemos los tres perfectamente. —Jaemin dijo sin pensarlo. —Solo quédate allí. —Y él se metió a la cama, dejando a Jisung en medio de los dos adultos.
Jeno por un instante le tomó la palabra, no era tan tarde, pero realmente quería quedarse. Así que simplemente Jeno y Jaemin se acostaron y se quedaron viendo. Jisung estaba en medio de los dos. Jeno se preguntó si lo que estaba viviendo era algo real. Jaemin pensó en lo afortunado que sería el hombre que pudiera tener a Jeno de esa forma. Jeno sería un esposo amoroso y un papá excelente.
Además, Jeno se veía adorable dormido al lado de Jisung. Y por un momento, Jaemin pudo pensar en que él debería ser la persona que enamorara a Jeno, los dioses lo hacían ¿no? Tener amantes humanos.
No.
Ese no era el plan. Y con cientos de ideas en la mente, Jaemin se quedó dormido.
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