Guardians Work It (NoMin/Chenji/Markhyuck)

Work 51

—¿Y de dónde voy a conseguir lágrimas de Perséfone? Desde la época de mi padre nunca ha habido ninguna mujer en el inframundo. —Jaemin casi se había echado a llorar. —¿Qué se supone que haga?

El libro de la antigua Afrodita decía que para romper el hechizo de ceguera de Psique necesitaba una lagrima de Perséfone, no su "belleza". O sea, Jaemin estaba condenado al igual que Chenle y Jisung.

—¿Y no hay entre las curiosidades de tu padre? —preguntó Ten, trataba de aligerar el ambiente.

Jaemin se quedó pensando, sabía que su padre solo se había enamorado una vez, fue de una humana, de Perséfone, pero la madre de ésta no quería que la chica estuviera viajando entre la vida y la muerte, así que simplemente la "desapareció" para que Hades nunca la viera de nuevo.

Jaemin se quedó pensando, quizá en el templo de Hades en el inframundo pudiera haber algo que le perteneciera a Perséfone. Quizá habría una lagrima en los aposentos que eran de su padre.

—¿Por qué no buscas el libro de la vida de Perséfone? —Dijo Johnny. —Quizá su alma esté en el inframundo y no haya desaparecido, quizá se lo puedas pedir como un favor.

Jaemin dudó, tenía entendido que el alma de Perséfone no estaba en el Inframundo, por eso su padre había estado demasiado triste y por eso lo creó, pero no sabía exactamente en dónde estaba el alma de aquella mujer, si la encontraba podría pedirle ayuda...

—Vayamos a la biblioteca de las constelaciones. —Dijo Jaemin.

Cuando llegaron a la biblioteca se sorprendieron. El libro de Perséfone no estaba. Jaemin no podía creer la mala suerte que tenía, ya había gastado muchos días en el Olimpo, él debía de regresar para ir con su hijo y con Jeno.

Jaemin no sabía qué hacer, ¿de dónde iba a conseguir un alma de una mujer que había existido hace cientos de años, para que le llorara?

¿Qué estaba pensando YoonOh?

—Saldrá bien. —La risa del otro dios le alertó.

—¿Qué? —Jaemin se sorprendió de ver a Yuta parado cerca de uno de los anaqueles. —¡Apolo! —Jaemin le sonrió con mucho cariño.

—Tanto tiempo sin verte, Jaemin. —Le saludó.

—Sí. —Jaemin corrió a abrazarlo, Apolo también era uno de los guardianes más queridos y con más seguidores en el mundo humano.

—Estoy aquí porque tengo un encargo de hace muchos años. —Yuta explicó. —Apolo aparte de ser el dios del sol también es el dios de la adivinación y estoy adivinando que todo saldrá bien.

Jaemin se separó de él, sus palabras lo calmaron, Yuta y Hansol habían sido muy buenos amigos desde hace tiempo, entonces Jaemin confiaba en sus palabras.

—¿Por qué lo dices? ¿Hay algún motivo que desconozca? —preguntó Jaemin.

—Sí. —Yuta sonrió al pensar en lo que sabía, si todo salía bien, YoonOh en unos años le devolvería el favor. —Debes volver al Inframundo, en aproximadamente tres días te mandaré el alma de Perséfone, solo que tú serás el encargado de hacerle llorar para que te dé una lagrima. —Soltó. —¿Está bien para ti?

Jaemin sonrió de una forma que hace tiempo no lo hacía. Amaba de verdad a Yuta, siempre había sido una muy buena persona con él y estaba muy agradecido. A Jaemin no le importaba hacer llorar a un alma con tal de que Jisung pudiera ver de nuevo a Chenle y ellos pudieran ser felices juntos.

—Gracias.

—Lo mejor será que vayas al inframundo, yo me encargaré de mandarte su alma. —Yuta sonrió.