Guardians Work It (NoMin/Chenji/Markhyuck)

Work 9

Jaemin gritó de emoción, el sitio a donde habían ido era muy colorido y bonito. Al fin el sábado había llegado y la salida que tenía con el profesor Jeno para sacarle información estaba sucediendo.

El lugar donde estaban ahora era una especie de centro con juegos infantiles para dejar a los niños mientras daban una vuelta por el centro comercial. Jaemin estaba encantado con un juego a donde se subían los niños y había pelotitas de colores.

—Parece como si tu papá nunca hubiera visto uno. —Jeno susurró a Jisung, él lo traía cargado.

Jisung observó la cara de emoción de Jaemin al ver las bonitas cosas coloridas y era extraño, la actitud de Jaemin era vibrante y llamativa, él no iba con el personaje insípido del dios del inframundo que vivía en un mundo triste, solitario y gris. Jaemin se veía más emocionado que Jisung.

—A mí papá le gustan esos juegos, quiere subirse conmigo para que juguemos juntos. —Jisung rió tímidamente. —¡Papá! —Jisung gritó.

Jaemin recobró la compostura y se acercó a su hijo y a Jeno. Luego sonrió.

—Es un lugar muy bonito. —Sus ojos brillaban.

—Lo es. —Jeno sonrió mientras observaba a un Jaemin perfecto de perfil.

Jisung sintió una vibración proveniente del profesor y se asustó, estaban allí para que el profesor Jeno se enamorara de un humano, no de su papá Jaemin, así que rápidamente Jisung habló.

—¿Podemos entrar? —preguntó.

—Claro.

Los tres entraron al lugar, había varias mesas donde los niños platicaban y coloreaban, también había pequeños columpios. Pese a que era un lugar cerrado estaba bien construido, colorido y alegre.

—¡Bienvenidos a Dreamland! —dijo el dependiente del local. —Ah, solo eres tú, Jeno.

Jeno sonrió y luego Jisung observó al chico detrás de la mesa. Era bajito, nariz respingada y parecía muy delgado, aunque su aura se sentía de un carácter fuerte, parecía que le gustaba su trabajo.

—Él es mi amigo Renjun, es el dueño del local, ellos son Jisung y Jaemin, Jisung es uno de los niños de mi clase. —mencionó Jeno con una sonrisa.

—Un gusto. —Dijo el chico, en verdad era bajito. —¿Buscaban algún material específico?

—Quiero que mi hijo se suba a eso. —Dijo Jaemin, él se veía más emocionado que Jisung.

—Claro, ¿por cuánto tiempo? —preguntó Renjun.

—Por dos horas. —murmuró Jisung con tranquilidad. —Papá dale el dinero al señor. —Dijo el niño. —Profesor puede bajarme.

Jeno observó sorprendido cómo Jisung había hablado, a Renjun le causó gracia, Jaemin solo se sonrojó, debía ser el peor padre humano del mundo. El niño cuando se bajó, se quitó sus zapatitos y los dejó en un mueble específico, allí el pequeño empezó a subir por unas escaleras y cayó sentado en las pelotitas.

—Necesito el nombre del niño, su nombre, señor, y un numero de teléfono. —Murmuró Renjun. —Así como también una carta responsiva si el niño llega a lastimarse.

—¿Lastimarse? —preguntó Jaemin.

—Es lo normal. —Jeno sonrió ante la preocupación de Jaemin. —A veces los niños se caen, pero se levantan como sin nada, no le pasará nada malo.

Jaemin parecía un padre primerizo donde todo le daba miedo y Jaemin no entendía la razón, Jisung era un niño que podía cuidarse solo, ni siquiera era un niño, era Cupido y probablemente aquí podría encontrar a una nueva víctima. Jaemin observó a Renjun, quizá él podría ser una de las parejas que podrían unir, solo tenía que preguntarle a Jisung qué opinaba.