Cáp. 16 - Sorprendido.

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El fin de semana llegó rápido. Claro, lo que no quieres que llegue, se acelera. ¿Ley de Murphy?...

- Jongin, voy a salir. - Le anunció, mientras veía como intentaba hacer los ejercicios que le dijo el doctor.

- Bien. - Respondió, terminando de hacer uno de los ejercicios. ¿Eso era sudor?

- ¿Estarás bien mientras regreso? - Le preguntó.

Jongin se detuvo y lo miró.

- Si. - siguió viéndolo.

- ¿Pasa algo? ¿Por qué te quedas viéndome así?

- No es nada. Voy a estar bien.

- Sigues viéndome así. ¿Qué pasa?

- De verdad no es nada. Sólo... es la primera vez que te preocupas por mí... desde lo del accidente.

KyungSoo miró hacia todos lados sin hallar una justificación.

- Bueno, no soy alguien sin corazón; eres un ser humano igual a mí, y ahora estoy cuidando de ti... además, no es la primera vez... Cuando lo del calambre, y también cuando vi tu pie casi azul... - ¿Tenía que buscar más razones? Ya estaba hablando de más. - Como sea, ya me voy.

Jongin lo vio irse aun estando algo perplejo. No era sólo el hecho de que se preocupara por él; era que estaba siendo distinto. KyungSoo había cambiado mucho estos días.

KyungSoo no había querido pensar en la cita a ciegas que su madre le había programado durante los días restantes, -cosa que fue imposible-, pero tenía que enfrentarlo y el día justamente ya había llegado.

De acuerdo, podría tomarlo por el lado bueno: un cambio de rutina en su reciente monótona vida.

No tenía la intención de iniciar una relación con alguien, -bien, si había alguien, pero ese alguien estaba viviendo en su casa y amaba a otra persona-; así que hablaría con esa chica y le dejaría en claro que de él, sólo podría obtener una amistad.

Aunque la experiencia con SunMi no había resultado ser buena.

¿Amistad?, ¿Relacionarse con otra mujer?... una idea poco llamativa. No podía culpar a todas las mujeres del mundo por lo que le había hecho SunMi; puede que sí existieran mujeres iguales a ella, pero no lo serán todas. ¿Cierto?.

¡Aj!, sea lo que sea o como sea, le dejaría en claro a esa chica, que de él no podría esperar mucho; -empezando por saber, si a ella de verdad le interesaba alguien recientemente viudo, o si su mamá le había mentido para salir con ella-.

Mientras conducía hacia la cafetería que su madre le había dicho, notó que había locales decorados con temática navideña y muchos lugares tenían promociones por la fecha. ¿Navidad estaba cerca? ¡oh!, Minseok se lo había mencionado cuando le entregó el último trabajo en la editorial.

- ¿Cómo fue que dijo mi mamá que se llamaba ella? - Ni si quiera se había molestado en ponerle atención a algo tan básico. - Qi... Qo... ¡Aj!, tenía una "Q" en su nombre. - miró en su celular el mensaje que había leído en la mañana de su madre con ese dato. - SongQian. - Por el nombre deducía que no era coreana.

Cuando entró a la cafetería no vio a ninguna chica sola. Suponía que si ella había llegado antes, entonces no estaría acompañada de nadie. ¿Cierto?. Bueno, tal vez, KyungSoo había llegado antes, sólo tendría que esperar. Mientras esperaba decidió releer los mensajes de su madre, para no parecer descortés por el poco interés que tenía en conocerla.

No pasó mucho tiempo cuando una persona se sentó en la misma mesa donde estaba él.

Alguien que no esperaba ver.

Mianhe...KaisooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora