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Escuchó el característico sonido del colchón hundiéndose y las cobijas siendo presionadas por el movimiento. Levantó su somnolienta vista y observó al omega abrir sus ojos poco a poco; se paró del sillón incomodo de cuero y camino a la camilla. Siendo sinceros... estaba harto de hospitales.

--Hola... aquí estoy. ¿como te sientes?-- susurró suavemente Clay besando la frente del omega.

--Estoy agotado. Me siento débil.-- cerró los ojos, frotandose un poco en los labios de Clay. -- ¿Cuanto tiempo dormí?

--No mucho. Tal vez una hora...-- Clay olfateo un poco a su omega y la habitación. Olía bien, suave y relajante para su omega.

--¿Dónde está?

--Haciéndole unos chequeos. Como estabas dormido, preferí dejarte descansar aún que... estoy ansioso. Demasiado, mucho. Me alegra que hayas despertado... Liam llegará en un rato, puedes estar tranquilo.-- cogió la manita de George, apretandola.

--Tu... ¿Lo viste?

--Vi lo mismo que tú antes de que cayeras exhausto. Sólo un pequeño chillón y rojo.

El día se dio. En la madrugada, George comenzó con los dolores de parto. Alarmando al alfa en todos sus sentidos. Cogieron una "la bolsa" y salieron al hospital, al llegar todo estaba listo para el omega en labor. El parto fue largo y doloroso, Clay lo acompaño en todo momento y rogaba al cielo que el nacimiento de Liam no hubiese sido así de doloroso. Su fortaleza estaba temblando al ver a su omega llorando y doblarse del dolor. Los gritos eran desgarradores, jamás se perdonaría si en el parto de Liam, su omega hubiese pasado por todo eso solo. Sin él.

Las horas pasaron y su bebé no quería salir, George seguía sin dilatar lo suficiente y pujando con fuerza, pero todo era un martírio.

Hasta que sucedió.

El fuerte llanto de su bebé lleno la habitación. Y el "es un niño" llenaron de felicidad los corazones de la joven pareja.

--Te amo. Te amo mi hermoso omega, perdona a este estúpido alfa por ser un idiota.-- Besaba castamente los labios de George y daba suaves caricias en sus mejillas y cabello.

--Está bien... Está bien. Gracias por estar aquí.-- George dejó caer la cabeza en el hombro de su alfa. Quería a su cachorro, quería a su bebé. Y estaba impaciente por que Liam llegara.

--Quiero verlo. Quiero verlo Clay.

--Shhh... está bien, Falta poco.

Pasaron minutos entre mimos y suaves besos. Hasta que la puerta se abrió y se vio una de las enfermeras cargando a la personita que mas habían ansiado conocer en los últimos meses.

--Miren quien llegó...-- Susurró la enfermera completamente felíz y
Karl llego detrás haciéndole una seña de aprobación a Clay.

George se reincorporó lo más rápido que pudo, una mierda con el dolor. Quería a su bebé. Por fin se lo pasaron en brazos y fue la mejor sensación del mundo, ahí estaba su pequeño... y lo amaba.

--Hola, Hola Merlín. Hola mi amor, bienvenido bebé..-- Clay estaba apretando su nariz por no llorar. Su bebé era precioso, sus rasgos aún no estaban definidos pero para él era el ser más hermoso que sus ojos hayan visto.

--Hola pequeño...-- se apego a George observandolo con el mismo amor y devoción con los que observo a Liam la primera vez.

--Bienvenido al mundo James.

--Bienvenido al mundo James

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𝑷𝑹𝑶𝑩𝑳𝑬𝑴𝑺 ───── DreamNotFoundDonde viven las historias. Descúbrelo ahora