Las cosas y la situación actual de mi relación no estaban yendo como hubiese querido, la aparición de mi ex novia pareció complicar mi vida actual. Estaba molesto, por varios días intenté controlar todo lo malo que caracterizaba mi forma de ser y no solo por mi, por mi novio.
- Erick, por favor - pidió.
- Lo siento, pero no me arriesgaré.
- Esto me está apretando demasiado, siento mi mano dormida.
Me acerqué lentamente analizando la posibilidad de hacerlo, Christopher no era ingenuo, debajo de toda su tranquilidad tenía un lado fuerte y eso ya me lo había demostrado.
- Lo hago por tu bien, créeme que no quisiera lastimarte.
- ¡Pero lo haces!
- Yo no quiero ir a la cárcel, no puedo ir a la cárcel - negué nervioso.
- Si me sueltas te prometo, te juro que no haré nada.
- ¿Tienes hambre?
Negó con un par de lágrimas que recorrían sus mejillas, era triste, realmente lo quería.
El llamado a la puerta me tensó, quizás nuevamente los ruidos de nuestras discusiones estaban levantando sospechas.
- No, por favor.
- Solo será un momento, tranquilo - dije poniendo aquella tela en su boca.
Peiné mi cabello alborotado intentado aparentar normalidad, seguramente aquella vecina chismosa nuevamente iba a ofrecer su innecesaria ayuda.
- Dile a Christopher que salga ahora mismo.
- ¿Tú? ¿Quién te dio nuestra dirección? - pregunté extrañado. Ver a Victor aquí no fue algo esperado.
- ¿Eso importa? ¿O será que tienes miedo de algo?
- Vete de aquí.
- Me iré, pero con Christopher - advirtió.
- Él no quiere saber nada de ustedes, pensé que lo tenías claro.
- Que salga y me lo diga.
- Bien, cómo tú quieras.
Cerré la puerta de manera violenta, mi camino a la habitación fue breve y el susto de mi novio nuevamente se hizo ver.
- ¡Erick! - exclamó apenas le quité la tela.
- ¿Puedo saber por qué le diste nuestra dirección al estúpido ese?
- ¿De quién hablas?
- Victor está afuera y nadie más que tú sabe la dirección de esta casa.
- T-Te juro que no, yo no lo hice Erick...Danae, ella fue - soltó.
- ¿Sabe en dónde vivimos?
- No, pero me dijo que contrató a un investigador para dar contigo, de seguro fue ella.
Si hubiera podido romper algo dentro de nuestro espacio no lo hubiese dudado, sin embargo, cualquier cosa fuera de lugar levantaría sospechas que jugarían en mi contra.
- Vas a salir y le dirás que no quieres ver a nadie, que quieres que se mantengan lejos - advertí en una amenaza.
- Eso no es cierto.
- Supongo que no, pero si no haces lo que te pido...te mato y de paso a tu padres.
- ¿Serías capaz?
- ¿Crees que me iría a la cárcel sin un buen motivo? No Christopher, de aquí sales conmigo o muerto.
- Dijiste que estarías dispuesto a cambiar por mi.
- Lo intenté, tú viste como hice mi esfuerzo pero no fui el culpable de arruinarlo, lo sabes.
- Está bien, lo haré - aceptó temoroso.
- Una estupidez, una y te...
- Lo sé, no lo digas que me duele aún más - interrumpió.
Desaté sus manos y pies confiando en que las cosas se harían a mi modo, de esto dependían muchas cosas.
- Christopher.
- ¿Qué haces aquí?
- Sé que no estás bien, vente conmigo - pidió en un acercamiento.
- Si no estuviera bien créeme que no estaría aquí.
- No tienes que mentir, te conozco.
- Quiero que te vayas y me dejes en paz, no quiero que ni tú ni nadie me ayude, estoy bien y no necesito de ustedes.
- ¿Qué dices? ¡Estamos preocupados!
- No deberían, con Erick estoy bien y a ustedes...a ustedes los odio, no los necesito.