VI

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Lo miró irse empapado bajo la lluvia sin importar pescar un resfriado la azabache agarro con fuerza el paraguas. No podía creer lo obstinado que era el zagal en querer ayudarla para que llegara sana y salva a su casa.

Aunque por un momento se puso a pensar. Era un hombre, ella una mujer hermosa. Era obvio que iba a querer ayudarla. No podía pensar en otra cosa que realmente fuera esa. Ya que la mayoría de los hombres eran amables con las mujeres mas si tenían una cara bonita.

Se adentro a su casa siendo recibida por la alegría de su perra Tikki. Lo cual era siempre gratificante tener alguien que te esperara al llegar a casa.

Después de haberle dado de comer a su perra y haberse cambiado las prendas mojadas la femenina optó por dormir y así poder tener energías para el día siguiente.

Lo cual así fue a la mañana siguiente cuando se despertó escuchando la alarma. Se levantó perezosa para apagarla y bostezar mientras se frotaba los ojos. Se acercó a su armario para agarrar un conjunto de ropa y empezar a ponersela mientras se veía al espejo.

Se sentía orgullosa al verse reflejada en el espejo, guapa, buena figura, cabello sedoso. Para cualquier mujer ella realmente sería el ejemplo a seguir. Y eso era algo que aumentaba su ego.

Al terminar de vestirse agarro su maquillaje para empezar a darse retoques. No era de esas fans en querer verse tan "extravagante" pero si que resaltará aún que otro atributo de su cara.

-¡Listo! -Gritó emocionada al terminar de pasarse el labial por los labios y dejándolo a un lado- Solamente hay que tomar el taxi y listo, no hay pan comido.

Justo cuando iba a agarrar su bolso pudo divisar el paraguas del ojiverde. Párpadeo fuera de si y se acercó agarrandolo y tocandolo con cuidado.

-Es el paraguas de Adrien...-Murmuró por lo bajo pensando en las esmeraldas del mucho.

Sacudió su cabeza con una leve negación, suspiro cerrando los ojos por unos momentos y empezar a caminar hacía la puerta de su casa. Aún teniendo agarrado el paraguas del modelo. El cual pensaba devolverlo.

-¡Tikki, ya me voy! ¡Cuidas la casa!-

Cuando la perra escucho que su dueña iba a irse empezó a correr rápidamente para ir a despedirla. Ladró y movió la cola juguetona. Marinette por su parte no pudo evitar sonreír y se agachó para acariciar su cabeza para brindarle mimos.

-Portaté bien mi niña, trataré de traerte esos dulces que te encantan, ¿De acuerdo? -Tikki ladró en señal de respuesta y la franco-china río levemente- Va, nos vemos. Todo a tu cargo.

Se reincorporo la azabache y abrió la puerta para empezar a irse a su trabajo dejando su perra al cuidado de la casa. A pesar de todo esa dálmata era una buena guardián y muy lista.

Después de haber llamado a un taxi a qué la buscará llegó a la oficina con tranquilidad y pudo divisar que el ojiverde no había llegado. Rodo los ojos en señal de fastidió y se acercó a su escritorio dejando la bolsa y el paraguas del rubio sobre está.

«Adrien de mierda...»

Chilló en escuchar que alguien empezó a tocar la puerta. Así que se volteo para ver quién era dando permiso a la persona que estaba tocando la puerta.

↳˳⸙;; ❝Bad girl ᵕ̈ ೫˚∗:ᴬᵈʳⁱⁿᵉᵗᵗᵉ ᴬᵘ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora