Trece: Editado

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-Papá, solo me voy a despedir, no tienes que estar presente -Pet insistió. Su padre no le daba la privacidad que merece.

Tony rodó los ojos y se dio la vuelta.

-Papá...

-¡Ya, ya, me voy, pero te advierto que hay cámaras en cada rincón un paso en falso y mando mi guante!

Wade sonrió coqueto.

-Fue un placer conocerlo suegro y a usted también sexy dios griego, ay Dios, es como ver a Chris Evans.

-¡Sacalo, Sacalo! - Rogó Tony. Steve sujeto a Tony y lo suspendió en el aire.

-¡No a mi, a él! -Gritó Tony. Se veía muy gracioso pataleando mientras Chris Evans digo, Steve Rogers lo sujetaba en el aire.

-Peter, despidete o si no tu padre matará a tu novio sin que lo hagas para siempre. -Rogers se dio la vuelta y mientras Tony pataleaba, lo llevaba al taller.

Peter sonrió un poco ruborizado y nervioso. Ahora eran una pareja formal ante los ojos de su familia, no había nada que quisiera cambiar en su vida. Estaba de frente con la criatura más preciosa, extraordinaria y merecedora de su amor, aveces no sabía cuánto podía amar a Wade, entonces lo miraba hacer o lo oía decir cualquier estupidez y se daba cuenta de que jamás, jamás en la vida podría llegar al infinito del amor que tanto le prometía a ese alfa que solamente lo hechizo con su locura.

Wade sostuvo las manos de su baby boy, ¡no era nada de sorpresa que Wade fuera tan cursi con Peter! Y debía ser de esa manera, Peter había sido la persona que sacudió su mundo, la persona que lo sostuvo y lo envió a la felicidad permitiendo conocer nuevas cosas, experiencias que lo llevaron a formar una buena vida, después de todo lo oscuro que él era.

-Todo salió perfecto, igual que tu trasero.

Peter emitió un resoplido para divagar su rubor, y se acercó.

-Gracias por todo lo que dijiste, te amo mucho, ahora más que nunca.

-¿Nos vemos en la noche? -Replicó el ex mercenario besando las blancas manos, con costras de su bebé por los golpes que el día anterior dio.

-Como siempre -aceptó divinamente el omega. Wade depósito un casto beso en el pelo, frente y labios, hubiese sido algo más caliente de no ser porque Tony le gritó un 《Largo de mi casa》

Peter suspiró tan enamorado como pudo, se giró y pudo observar a Harley al pie de la escalera.

-No hables -solicitó.

-¡¿Cuando tendremos un día normal?! -Se preguntó.

-Nunca. -Sencillamente respondió el jovencito.

Tony apareció al centro de la sala con una taza de café personalizada con el trasero del Capitán América, al ver tal cosa, sus hijos hicieron cara de asco.

-Ya mocosos, o se calman o los calmó. Los quiero a todos sentados en ese sofá ire por Maria, Johnny, y Morgan, sirvan helado en cinco tazas y llamen a Steve, dijo que se iba a comunicar con Fury.

Tony,  que ya tenía perfectamente arreglado el asunto. Tranquilamente contoneó las caderas y bailó hasta el cuarto de cada niño.

Primero era el de la princesa mayor: Maria.

Tocó a la puerta y la niña dijo: Adelante.

La preciosa Mary, se encontraba leyendo Harry Potter, dejó de lado la lectura cuando vio la cabeza de su padre asomarse.

-¿Todo bien ya, papá?

-Algo así, bueno uno de los miles asuntos de hoy, sí. Princesa necesito que bajes a la sala y me esperes mientras voy con tus hermanos.

La Superfamilia Y Algo Más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora