Veinticinco

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Una semana después, Peter en su traje patrullaba de un lado a otro, por la ciudad de Nueva York, más o menos animado.

Habían pasado días desde la última vez que Wade y él se vieron, no le resultaba fácil sentirse tranquilo cuando los únicos mensajes que recibía del mayor eran cortantes.

Algo le pasaba y se había cansado de esperar a que la respuesta viniera sola. Intentó darle su espacio pero abandonó eso justo por la tarde, porque lo extrañaba y quería estar ahí para él por si ocupaba algo.

No le contestaba la llamada que le hacía, era extraño, Wade nunca tardaba en responderle. Al primer pitido ya estaba llamándolo "Dime amor de mi vida, Barbie de mi Ken"

-Contesta -sintió un escalofrío retorcido, algo que le provocó una sensación áspera en la boca del estómago.

Algo no andaba bien, no con él sino con Wade, aunque eso lo afectaba directamente porque la vida de Wilson le importaba demasiado.

Suspiró, resignado a no saber nada de él. Hablarían luego, por el momento, se dedicaría a patrullar.

Eso, iba terminar bien, él creyó eso hasta que sintió la presencia de Wilson, se dio la vuelta y reparó su rostro decidido. Supo en ese momento que lo que tenía que decir no sería nada bueno.

En la azotea de un edificio, ambos, mirándose como si fueran dos extraños.

Se quitó la máscara para enseñarle la sonrisa a Wade, esa que siempre aparecía cuando lo veía. Peter reflejaba el verdadero amor cuando su pareja interceptaba su camino.

-Hey -susurró acercándose pero el más alto lo sorprendió cuando retrocedió, rechazando su cercanía.

Al omega le resintió éste acto y aclaró la garganta. Su corazón comenzaba a martillarle con mucho dolor.

-¿Estás bien?

Wade estaba sin su mascara y con el alma desgarrada.

-Lo estaré más cuando haga lo que he decidido.

El menor medio sonrió.

-¿Qué harás?

Se le notaba nervioso, mantenía su rostro sereno para no demostrar su desesperación, quería oír lo qué sea que Wade tenía que decirle para calmar esas inseguridades suyas.

Esa mirada taladro en mil pedazos su corazón pero fueron las siguientes palabras las que desaparecieron su alma.

-No quiero estar contigo, de ninguna manera que exista.

Su espíritu comenzaba a debilitarse, un dolor agudo atacaba su estabilidad. Las emociones, no tenía ninguna que le diera claridad.

No estaba marcado por él, ni siquiera lo necesitaba, pero la conexión no estaba rota sino, frágil, lastimada.

-¿Por qué?

Tenía miedo de preguntarle porque, ¿qué tal si no podían resolverlo? Hizo un enorme esfuerzo.

El alfa mordió su lengua y trago saliva, ligeramente observo los ojos que estaban a punto de romperse. Precisamente hacía eso por ellos, para que más adelante lloraran pero de felicidad.

-No quiero salir con un Stark-Rogers, de hecho, no quiero salir contigo.

-¿Qué? Tú no eres mi Wade, jamás me lastimarías así. Tú no...

-¿Qué? ¿Te crees especial? ¿Por ser un niño con rostro bonito piensas que todos te querrán?

-Wade -murmuró, sorprendido. Determinó a Wilson pero no encontraba algo que le dijese que ese no era el suyo.

Lo que aumentaba su dolor.

-No me busques -pidió de mala gana -. No necesito lidiar con un omega tan débil y decepcionante.

Cerró los ojos eso causó que le ardieran por estar soportando el ardor de las lágrimas. Wade aprovecho el cabizbajo del menor y desapareció del lugar.

El castaño no tuvo la oportunidad de decir algo más su novio o mejor dicho su EX novio, se había esfumado.

Peter no podía controlar o entender lo que acababa de suceder. ¿De verdad pasó? Se sentía irreal, muy lejano a la realidad,  esa en la que tanto le gustaba vivir.

Hizo una mueca medio enseñando una sonrisa y borrándola de inmediato. Peter tenía el corazón más roto de lo que nadie jamás nunca lo iba tener.

Ni siquiera tenía cerca a sus padres para que lo abrazaran. Le dio muchísimo a Wade y no es que quisiera sacarlo en cara pero al menos merecía tener una explicación extendida y clara sobre el error que cometió y llevó al alfa a terminarlo.

Por primera vez, se sentía inseguro, desprotegido, desilusionado.

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Un aperitivo especial para ustedes mis lectores que me tienen tanta paciencia. Los amo.

La Superfamilia Y Algo Más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora