Dos: Editado

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Con pasos cuidadosos Rogers se acercó, beso los pies de su omega, estaban fríos, se regañó por no buscar una sabana más grande en la mañana y taparlo lo suficiente.

Acarició ese rostro magnífico, y dejó un casto y sabroso beso en los labios medio abiertos de Stark. Él más difícil de todos era Tony, el hombre ya no se desvelaba sin embargo era fan de despertar tarde, tanto como se le permitiera pero Steve lo dejaba dormir lo suficiente, lo cuidaba mucho, lo hacía comer saludable, Tony ya no era aquel hombre descuidado con su salud y su rutina, desde que se casó y se embarazó se hizo más responsable, claro tiene sus costumbres, pero nada que lo dañe o que lo perjudique.

-Steve si no es para fondue, no me levantes. -Ordenó el rollito, Steve se reía.

-Mi omega, es hora, anda a ducharte, el equipaje ya está listo y lo subiré en cuanto busques qué usar.

Sobo el fino rostro de su esposo, y le repitió que se levantara.

-Vamos cariño, tengo a Morgan en la bañera, no puedo dejarla mucho tiempo sola.

Tony le reprochó por despertarlo antes.

-Si no despiertas rápido Peter y Harley el glotón se comerán las donas que compre hoy y el café que tanto te gusta, sabes que...

Tony tiró la cobija y prácticamente saltó, cogió la bata y gritó:

-¡Mocosos, cuidado, que allá voy, como me hayan comido una de mis donas, los castigo hasta el final de sus días!

Steve puso los ojos en blanco. Era cuestión de minutos que Tony volviera pero a bañarse, lo creía capaz de volver a dormir, sin embargo Tony era consciente de lo tarde que era.

Steve volvió con Morgan y tocó la puerta.

-Princesa, ¿ya te bañaste?

Otra vez nadie le contestaba al otro lado, aveces era frustrante.

-Morgan hija. -Solo oía agua caer, empezó a preocuparse.

-¡Morgan, amor, contesta! -Giró el pomo y pasó pero Morgan golpeó sus costillas, que para Steve, eso era una caricia.

Steve se vio aliviado, respiró y agradeció ver a la niña con su pequeña bata de baño blanca con puntos de colores.

-No hagas eso, no está bien provocarle infartos a tu padre.

Morgan se puso muy pálida y Steve se alarmó.

-¿Hija qué pasa?

-Papi dijo que no te diéramos sustos porque eres muy viejo y puedes sufrir infartos y morir. -La niña rompió en llanto, Steve se agachó y la abrazó.

-No amor, no voy a morir, estoy joven físicamente y resisto cualquier cosa, y no debo morir porque los voy a proteger a todos, cálmate, ¿si?

Steve limpió las lágrimas de la castaña, debía hablar con Tony sobre sus bromas, podía hacerlas pero no delante de Morgan, quien no entiende todavia y es muy sensible.

Steve la vistió, la peino y le puso una gota de perfume a la niña; él piensa que es muy pequeña para usarlo. Bajo sus pequeñas maletas con estilo princesa y sus canastas de juguetes, las puso en la sala y la sentó a comer.

-Genial, son casi las ocho.

-Pops, tranquilo, hoy es primer día se llega a las nueve. -Le recordó María, quien estaba terminando de desayunar.

-Si pero yo tengo que entrenar nuevos reclutas y Tony debe ir a la empresa, Peter no hables con la boca abierta y Harley que bueno que ya te secaste.

-Hemos visto quince veces el video cariño, me sorprendes, fuiste tan decidido y feroz.

-Asco -dijeron Peter y Harley quienes tenían una conversación pendiente.

-Ya deja eso papá, sino dejas de reproducir ese video, tus estúpidas donas amanecerán sin glaciado sim chispas y mordidas.

-¡Harley ese lenguaje, Johnny, y Morgan están aquí.

-¿Sólo eso vas a decirle? Me acaba de amenazar Stiff. -Se quejó Tony, prepcupado.

-¡Papi yo cuidaré tus donas del sucio y malvado ogro Harley! -Exclamó Morgan que con un tenedor en la mano apuntaba a Harley, como si fuese una espada.

-Oh, Magu, eres tan... eres una princesa mala, me hieres y rompes mi corazón -Harley fingió estar dolido.

-Bueno, nadie hiere el corazón de papi -respondió ella orgullosa.

Todos la vieron eternecidos.

Tony le dio besos a Morgan y la felicitó por su presentación de vestimenta y peinado.

-Pops me ha prometido una fiesta de té con todos, el señor zanahoria y el señor babas y la señora esposa de babas estarán felices, tendremos nuevos invitados. -Parloteo la castaña feliz.

-Oh, pues estaré encantado de asistir al té, pequeña. -Dijo Harley.

-Yo llevaré bocadillos de chocolates para usted, Madame -ofreció Peter.

-Y yo, te arreglaré como toda una princesa, Maguna -dijo Mary y le dio un beso a su hermana.

-¡Sí! Todos en mi fiesta de té, ustedes son alfas y me quieren. -Chilló Morgan.

Steve y Tony se vieron preocupados, más Steve, desde hace buen tiempo Morgan dice 《Me quieren, si me quieren》, y su temor es grande más por Tony, no quiere que su hija crezca con inseguridades.

Pero Mary rescató el rato.

-Maguna, no debes dudar de que te queremos, toda la familia te adora, los tíos y primos por igual, no debes reafirmar con cada cosa que hacemos por ti, te queremos pase lo que pase ¿vale?

María era muy linda, tenía un corazón muy bueno y sano, sus padres la admiraban, con trece años de edad era muy madura, y comprensiva, sabía cuidarse pero no por eso la dejaban sin protección, es una princesa, muy bonita y querida.

-¿Sabes que Harley y Harry salen? Porque yo hasta hoy me doy cuenta, ninguno de los dos se ha dignado a confesar -de pronto habló Peter.

-¿Acaso eres la mamá de Harry? No, no tienes derecho a enojarte, nadie dice nada de ti.

Peter puso los ojos en blanco, estaba sumamente molesto, nadie le decía nada nunca, quería a Harley y Harry, pero nunca creyó imaginarlos juntos, es verdad que Harley era un mini Tony Stark en todo el calificativo de ser un joven don Juan, y nunca se lo imaginó en una relación, no lo creía y tenía que asegurarse de que el rubio no dañaría al pelinegro.

-Cállate Harley, más te vale no estar jugando con Harry. -Amenazó Peter decidido a todo por su mejor amigo, no iba a ir en contra de su hermano, pero tampoco se la dejaría fácil.

El rubio menor rodó los ojos, y continuó comiendo, ya iba por su tercer plato de panqueques.

-Yo hoy no cenaré en casa, los Wayne-Kent me han invitado a cenar con ellos, y tendremos una noche de películas.

-¿Avisas o pides permiso, Sarah María?

La rubia giró los ojos.

-Pido permiso. -Fue la respuesta adecuada.

-Ok, que Peter te lleve y llámame cuando necesitas que te recojan.

-Damian, puede llevarme.

-Damian tiene catorce, Maria, todavía no tiene edad para conducir.

Y Mary no creyó conveniente mencionar las veces que su querido amigo la había paseado en el batimovil mientras acompañaba a Damian a patrullar junto con su hermano Dick y Jason.

-Peter, Harley, metan el equipaje a la camioneta, el jet despega en treinta minutos, tienen diez minutos para revisar que nada de sus cosas falte -Ordenó el capitán.

La Superfamilia Y Algo Más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora