La Superfamilia Y Algo Más.

Cuatro: Editado

Tony arregló su corbata, suspiró y peinó su cabello.

-Lo repitó, cada vez mejoras hasta el punto de dejarme con más ganas.

Steve estaba buscando sociego. Fue más de una hora, por no decir que toda la mañana estuvieron en sus juegos.

No tenían planeado estar así, Steve quería hacer sus deberes pero, no tenía la culpa, deberían entender: TONY USABA UNOS PANTALONES FORMALES DEMASIADO EXQUISITOS.

-Bueno, creo que tendremos unos minutos extras para cuando lleguemos al complejo. -Tentó el rubio y le dio masaje a su esposo en los hombros.

Se peinaron y desprendieron un aroma dulce por toda la oficina, Steve se encargo de recoger y limpiar todo lo que tiraron, era un verdadero desastre y no creía que Pepper mereciera limpiar sus desastres sexosos.

-Ya es la una de la tarde, hay que ir por Morgan. -Anunció Tony.

Morgan, como  pertenecía al kindergarnen, su horario era diferente y salía tres horas más temprano que sus hermanos.

-Bien, dejame ordenar esto.

Ambos hombres salieron de la mano. Tony condujo hasta los terrenos del kinder y primaria.

Habían muchos, muchos reporteros, autos colorados y un sin fin de gente, y un carro policial.

Esto no era normal, ambos se vieron con pánico, bajaron del coche y corrieron, en el camino vieron a Johnny a salvo lo cual les quitó un peso de la espalda, Steve lo cargó y fueron hasta el salón mariposas.

Relataremos lo que horas antes pasó, en ese salón del demonio que no tiene nada de ser lindo como su nombre.

Morgan se hizo bolitas en su asiento, una niña alfa que acababa de llegar, en cuanto su pop se fue, le sacó la lengua, otro niño alfa de mayor rango, como lo son todos en su familia y amigos de sus padres, le halo el poco cabello que tiene.

Miró sus manitas y recordó a María, su fuente de inspiración, la niña que apoyaba a su hermanita en todo, la que le daba fuerzas cada noche.

La profesora que era una mujer muy cariñosa había salido a buscar acuarelas extra, ya que más niños habían ingresaron a su clase.

-¡Tú eres una omega, eres como los muggles, una sangre sucia! -Insultó un rubio tan horrendo de cara y presumido.

Este centro escolar odiaba tanto a los omegas, ya que la mayoría de millonarios presumidos matriculaban a sus hijos ahí, y su educación de casa no era tan buena como la pocision social. Peter es omega y el no tenía problemas, nunca lo hicieron de menos en la vida; claro Cristine, la zorra amarillista siempre andaba buscando poner en mal la casta de Tony, Peter y Morgan, pero Tony como buen padre defendía a sus cachorros a capa y espada. Pero no quiere decir que no ha sido despreciado por aquellos que se creen más por ser de casta alfa.

-Pero, pero, yo soy... tengo colores, soy buena, ¿los quieres? Papi me los compró hace dos días, si no me dices así, te permito usarlos.

El niño de seis años se burló de la niña.

-¡Yo tengo mucho dinero, no quiero tus sucios colores!

-¡Si! -Terció una pelinegra -seguramente son tan débiles como tú.

Esa pelinegra estaba detrás de Morgan, y fue tan increíble lo que hizo, que si hubiese un adulto con humanidad dentro de corazón no le hubiera dado crédito.

Separó a Morgan de la mesa y volcó su silla, le dio una patada y la arrastró del cabello.

-¡Eso es para que nos nos ofendas, omega tonta!