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Al llegar a su casa, el primero en bajar fue Diego quien no se detuvo a mirar al mayor para ver si estaba bien.

Roberto escucho como la puerta principal de su casa era cerrada seguido para ver desde dentro del auto como las luces donde antes compartía habitación con Diego eran encendidas pero rápidamente apagadas.

Supuso que ya el menor se acostó en cama listo para dormir, pasado unos minutos logro liberarse de la tensión que sentía en el cuerpo cuando todo estuvo en total silencio. Solo se lograba escuchar el sonar de los grillos y su respiración.

Poso su cabeza en el volante pero no dejando toso su peso en el ya que esto podría presionar el claxon y no quería eso, suspiro y se reincorporó para verse en el retrovisor donde se encontraba aquella pequeña pero visible marca que el menor horas atrás le había ocasionado.

Seria fácil de ocultar por el hecho de que es pequeña pero aun no podía creer que Diego le hubiese hecho eso ¿por qué lo hizo? Se seguía preguntando Roberto quien con sus dedos tocó levemente por encima de su cuello.

Sintió vibrar su celular para seguido tomarlo y mirar lo que le había llegado a su buzón de notificaciones, era un mensaje de Víctor el cual le comenta que tal vez sabe lo que tomo Diego para que se convertirse en un adolescente.

Mira unos minutos desde dentro del auto su casa, enciende en auto para salir apresurado hasta el departamento de Víctor ya que tenía muchas cosas que hablar con el sobre lo que le paso a Diego.

Llega en un parte minutos saliendo de su auto apresurado, de igual forma camina hasta la entrada donde comienza a tocar fuertemente.

-Llegas rápido, entra- habla el de lentes.

-¿Sabes exactamente lo que se tomo Diego?-

Pregunta desesperado Roberto.

Antes de responder Víctor le invita un trago de ron para que se tranquilizara, este acepta y se toma el primer trago pidiendo otro.

-Dime de una vez ¿tiene cura reversible?-

Pregunta desesperado tomando su tercer trago de ron.

Víctor mira como su amigo le pide otro pero este le dice que ya es suficiente por esa noche, resignado se sienta frente a este esperando una respuesta.

-Aun no e descubierto como regresar a Diego a la normalidad, Akim me platicó ayer por la noche que ese mismo día que tú y el...ya sabes porque era evidente horas antes Diego se ofreció ayudar lo a limpiar su oficina aun desconozco como y cuando pero por error Diego vierte una poción que te hace joven a su vaso con agua...dale gracias a dios que hizo a Diego un adolescente y no un bebé- finaliza el de lentes.

Roberto se queda estupefacto ante todo lo que su amigo le revelo, Víctor le pedía una respuesta pero este parecía no escucharle; miro como Roberto se levanto sin prestarle atención y llevándose consigo su botella de ron seguido para despedirse de su amigo dejándolo algo molesto por su comportamiento.

Roberto llega a su auto donde enciende nuevamente el auto para ir a su casa, sale apresurado mientras de vez en cuando bebía de la botella. Poco a poco comenzó a sentirse mareado pero llego sin ningún accidente hasta su casa.

Tambaleándose entro a su casa donde cerro con despacio la puerta tratando de no hacer ruido, bebió lo ultimo que quedaba para seguido caminar rubo hacia las escaleras donde solo pensaba en una casa.

-Diego-

Murmuro entrando a la habitación, este al escuchar su nombre se despertó algo confundido pero alarmado de aquella voz. Encendió la lampara que había al lado de la cama encontrándose con Roberto quien le miraba desde la entrada de la habitación.

-¿Roberto? ¿Qué haces ahí parado?-

Pregunta extrañado tallando sus ojos mientras aun seguía acostado en la cama.

Al parecer aun no se daba cuenta en el estado en el cual se encontraba Roberto, miro como tambaleándose y tropezando con la alfombra Roberto llego hacia el para seguido sujetarlo por los hombros algo fuerte y rápido.

-¿Roberto? Apestas mucho a alcohol ¿bebiste?-

Pregunta molesto tratando de liberarse de un agarre.

Siente como las manos de Roberto comienzan a tocarlo por casi todo su cuerpo, se siente algo incomodo pero rápidamente el cuerpo de Roberto cae sobre el haciendo que este entre en pánico pensado lo peor.

-Roberto detente, no estas en tus cinco sentidos-

Habla Diego esperando una respuesta, pero solo siente una respiración con leves ronquidos en su cuello; se da cuenta que este ya se había quedado dormido así que a como pudo lo movió de encima para después arroparlo con las sabanas que ahora a ambos cubría.

Le da la espalda para no sentir su aliento a alcohol, pero siente los brazos de este rodearle la cintura atrayendo su cuerpo para estar ambos pegados y al final el menor termina conciliando el sueño nuevamente siendo abrazado por el mayor.

ADOLESCENTE PROBLEMÁTICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora